Tras pasar 18 años privado de su libertad, un exconvicto ha pedido a las autoridades volver a la cárcel. La razón: prefiere estar en prisión antes que ser obligado a vivir con abusadores sexuales.
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Lee Armstrong es un hombre de 41 años, proveniente de Inglaterra. A los 23 años fue encarcelado por arrebatar un teléfono en un bar.
Una larga condena por un pequeño crimen
Contra todo pronóstico, Lee recibió una condena más larga que la que reciben muchos criminales que cometieron delitos mucho más graves.
Siendo más joven llegó a cometer robos menores, incluido el de una bicicleta. Por ello, cuando sucedió el incidente en el bar, se catalogó el hecho como un robo.
“Pensé que estaría fuera después de un año y medio, pero aquí estamos 18 años después. Admitiré que Lee no debería haber hecho lo que hizo y que estaba mal, pero esta fue una sentencia cruel”, declaró su madre, Kay, al diario Hull Daily Mail.
Lee recibió una sentencia que lo incluyó en un sistema llamado “Prisión para Protección Pública”. Este sistema se diseñó para delincuentes peligrosos cuyos delitos no podían ser castigados con cadena perpetua.
Prefirió volver a prisión
Al haber cometido faltas menores en años anteriores, las autoridades consideraron pertinente colocarlo en su sistema creado para violadores y asesinos. En estas sentencias, los convictos pasan un tiempo mínimo en prisión y, cuando salen, se les concede la libertad condicional y se les ubica en un mismo albergue.
Lee Armstrong antes de entregarse en la comisaría. (Fuente: Hull Daily Mail)
Tras 18 años en prisión, Lee Armstrong consiguió la libertad condicional. Sin embargo, no esperaba que tendría que vivir en un hostal bajo el mismo techo que abusadores sexuales y pedófilos.
Después de pasar cinco semanas en libertad condicional, Lee llegó a la conclusión de que no podía soportarlo más y que debía volver a prisión. Según dijo al Hull Daily Mail, prefiere volver a prisión antes que seguir escuchando las historias sobre los delitos que cometieron los demás exconvictos.
“Lo enviaron a un albergue en York que incluye condenados a cadena perpetua, como delincuentes sexuales graves. Hay 12 pedófilos allí y él no soporta vivir con ellos. ¿Cómo pueden mantener a los agresores sexuales separados de los otros reclusos en prisión pero todos se mezclan en un albergue?”, dijo su madre.
Tras cinco semanas fuera de prisión, Lee rompió con el acuerdo de libertad condicional y se presentó en la comisaría local, en compañía de su novia, para entregarse.
“Estoy en la comisaría entregándome por absolutamente nada. He estado alojado con abusadores sexuales. Tengo que volver a la cárcel. […] Es una broma absoluta”, aseguró Lee Armstrong.
