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SALUD

En pleno brote de ómicron, miles de devotos en la India se congregan para baño religioso

La India enfrenta una nueva ola de contagios que podría superar el pico de abril-mayo 2021

La India registró este viernes 264 mil casos de coronavirus, en una tercera ola que ha provocado un rápido aumento de las infecciones y números récord en Nueva Delhi, mientras que un evento religioso en el que se prevé la participación de miles de devotos hindúes causa inquietud entre los expertos.

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El país asiático superó la barrera de los 250 mil casos diarios por primera vez en más de siete meses, informó el Ministerio de Salud indio, elevando las infecciones registradas desde el inicio de la pandemia a unas 36.4 millones.

La tasa de positividad se situó hoy en el 14.78 por ciento, mientras que hace apenas dos semanas se encontraba en el 1.1 por ciento, marcando el rápido aumento de casos.

El país asiático ha detectado 5,753 casos de la variante ómicron desde principios de diciembre, un número oficial que según expertos no representa la realidad.

Entre el alza de casos, ha suscitado polémica el permiso de las autoridades para celebrar el Makar Sankranti, un baño religioso en el río Ganges que los devotos hindúes consideran de buen auspicio en un festival que marca el final del invierno y la llegada de días más largos.

Entre los fieles están los que desafiaron las bajas temperaturas de enero con un baño sagrado en la isla de Ganga Sagar, en la desembocadura del Ganges, en el este de la India, uniéndose a cientos de miles en todo el país para celebrar la festividad.

El año pasado, un evento religioso hindú en el norteño estado de Uttarakhand fue señalado de contribuir al rápido aumento de casos al inicio de la segunda ola del coronavirus.

Festival religioso en la India (EFE/EPA/PIYAL ADHIKARY)

¿La historia se repite?

La India se convirtió en el epicentro mundial de la pandemia en abril y mayo de 2021, durante una devastadora segunda ola que llevó a esta nación de 1,350 millones de habitantes a un pico de más de 400,000 contagios y más de 4,500 muertes diarios, saturando la infraestructura sanitaria del país y provocando una escasez de oxígeno y camas de hospital.

En algunas ciudades como Nueva Delhi, las cifras de infecciones han superado ya récords alcanzados durante la segunda ola. La capital india registró ayer 28,867 casos de COVID-19, frente al máximo de unos 25 mil que alcanzó durante el pasado mayo.

Sin embargo, las autoridades sanitarias han señalado que el alza de casos impulsada por ómicron requiere de menos hospitalizaciones que la variante delta, predominante durante la segunda ola en el país. Así el ministro de Delhi de Salud, Satyendar Jain, afirmó ayer que la ocupación hospitalaria en la capital está aún en el 15 por ciento.

Organismos como la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFCR) han señalado sin embargo que el alza de casos debido a la contagiosa variante podría causar un colapso de los sistemas de salud en los países del Sur de Asia como el que ya sufrieron la India o Nepal el año pasado.

Con información de EFE.