Inauguran el templo descubierto debajo de un estacionamiento de Tlatelolco, Ciudad de México.
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El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) abrió al público una ventana al pasado prehispánico de la Ciudad de México.
Este viaje de unos cuantos segundos le permitirá a sus visitantes echar un vistazo a una pequeña parte de Tenochtitlán, la capital del Imperio Mexica que por siglos, dominó gran parte de Mesoamérica.
Se trata del Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl de Tlatelolco, que fue descubierto hace cuatro años, cuando se demolió un viejo supermercado llamado “El Sardinero”, cuyo estacionamiento escondía un tesoro arqueológico que nos permite conocer un poco más de la cultura predominante antes de la llegada de los españoles.
Twitter / INAH
El descubrimiento del templo, así como su acondicionamiento como un nuevo lugar de peregrinaje para los interesados en la historia y la arqueología, corre a cargo del personal que forma parte del Proyecto Tlatelolco, que se enfoca en buscar y registrar edificios prehispánicos ocultos debajo de la moderna Ciudad de México.
El Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl está hecho de piedra y se localiza a tres metros de profundidad del nivel de la calle. Su diámetro es de 12 metros y está dispuesto hacia el punto cardinal de oriente.
Salvador Guillén, arqueólogo líder del Proyecto Tlatelolco, indicó el pasado martes 19 de junio, que la visita al templo prehispánico se llamará “ventana arqueológica” pues permitirá, a través de un cristal, ver el templo dedicado al dios mexica del viento, así como al de la serpiente emplumada, deidad principal del panteón prehispánico, desde la calle.
Se podrá ver este hallazgo histórico a través de una vitrina similar a las que hay en el sótano del Centro Cultural España, detrás de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Al interior se encuentra también un Calmécac, escuela a la que solo la nobleza mexica podía asistir.
