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CRIMEN Y SEGURIDAD

Iglesia homenajeó a cura condenado por abusar de niño

En Granada, España, la diócesis de Guadix homenajeó a un cura que fue condenado por abusar sexualmente de un monaguillo de 11 años.

Según el diario español, El País, el párroco fue condenado en 2001 a 18 meses de cárcel por el delito continuado de abusos sexuales a un menor de 11 años que se desempeñaba como monaguillo.

Quien presidió el homenaje fue el entonces obispo de Guadix, monseñor Ginés García pues se celebraban las “bodas de plata” (25 años de sacerdocio) del cura pederasta.

A la celebración acudieron medio centenar de personas de las que destacan los curas de esta diócesis (son 60 templos) y se enmarcó en una “fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote”.

El cura pederasta sigue activo y desde junio de 2017 trabaja como capellán del Hospital General de Alicante.

Cuando El País intentó contactarlo, negó trabajar en la institución pública, y en el momento en el que se le leyó el decreto de su nombramiento, colgó.

Entre 1995 y 1997, fue que este sacerdote abusó del monaguillo. Entonces oficiaba misa en una parroquia del municipio granadino de Aldeire. Según una sentencia de marzo de 2001, fue en esa localidad donde abrazó, besó y desnudó al niño “con regularidad”.

Además, según el fallo, el cura le pidió que lo masturbara y le tocó sus genitales. Los abusos terminaron cuando el monaguillo contó lo que sucedía a unas amigas y, después, a sus padres. El sacerdote tenía una “cordial relación” con los padres de la víctima. De hecho, ese “abuso de confianza” se consideró un agravante en su sentencia. La defensa del niño acusa que la Iglesia los estuvo presionando para desistir con el caso.

Según una fuente próxima a la causa, el padre no pisó la prisión a pesar de haber sido condenado a 18 meses de cárcel. Tras conocer la sentencia, la diócesis de Guadix intentó trasladarlo a una parroquia más lejana.

En su defensa, el cura acusó al niño de tener supuestos celos, de deseos de venganza, de tener una “finalidad espúrea” en sus acusaciones y de desear “protagonismo en su papel de monaguillo”.

Una audiencia en 2001 desestimó las acusaciones del cura y censuró su “afán de desacreditar y tachar de falso el relato” del niño.

La Iglesia también investigó al religioso pero decidieron absolverlo y desde la diócesis de Guadix se dijo:

No hay ningún problema en que el cura desarrolle su actividad.