Armados con rifles de asalto modelo AR-15 de última generación, revólveres y pistolas, decenas de feligreses celebraron un acto al interior de la Iglesia de la Unificación y la Paz Mundial de Pensilvania, al noreste de Estados Unidos.
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Ante la sorprendida mirada de los vecinos de la pequeña localidad de Newfoundland, decenas de mujeres asistieron al evento usando vestidos blancos de novia, junto a hombres que vestían trajes oscuros, como si de una boda se tratase.
Algunos llevaban coronas metálicas hechas de cartuchos de fusiles y otros cargaban rifles de asalto como el que usó Nikolas Cruz para matar a 17 personas en la localidad de Parkland, Florida, el pasado 14 de febrero.
Muchos de los asistentes eran de otras ciudades de Estados Unidos (AP).
Ante los funcionarios de la iglesia, que vistieron ropas blancas y rosadas, los feligreses, de distintos orígenes étnicos y edades, dijeron celebrar la paz y la bendición divina de poder portar armas para defenderse de las amenazas.
Medios locales indicaron que al entrar a la iglesia se inspeccionaron las armas para asegurar que ninguna estuviera preparada para disparar. A la entrada se prohibieron cargadores y cartuchos, y a todas las armas se les colocó cinta especial para evitar que fueran accionadas al interior del templo.
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En entrevista con CBS News, algunos feligreses explicaron que su rifle de asalto AR-15 simboliza la “vara de hierro” de la que se habla en el Apocalipsis.
Y al vencedor, al que guarda mis obras hasta el fin, LE DARÉ AUTORIDAD SOBRE LAS NACIONES; Y LAS REGIRÁ CON VARA DE HIERRO, COMO LOS VASOS DEL ALFARERO SON HECHOS PEDAZOS, como yo también he recibido autoridad de mi Padre; y le daré el lucero de la mañana…
Para los habitantes de la comunidad, el evento pareció ser una broma, pues no entendían cómo un arma de guerra podía ser considerada un elemento de paz.
“Están asustando a la gente de la comunidad, ¿se dan cuenta de ello?,” dijo una protestante a un miembro de la iglesia durante una manifestación organizada justo a las afueras del templo.
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La ceremonia incluso provocó que se suspendieran las clases en el distrito escolar de Wallenpaupack y los estudiantes fueran reubicados temporalmente a otras escuelas.
Por su parte el reverendo Sean Moon, que fue el que presidió la ceremonia, oró por “un reino policial de paz y una milicia donde los ciudadanos, a través del derecho que Dios todopoderoso les ha dado para guardar y portar armas, puedan protegerse mutuamente por el florecimiento humano”.
Lisa Desiena, una oriunda de la ciudad de Scranton, en el mismo estado de Pensilvania, asistió a Newfoundland para protestar contra los miembros de la iglesia, misma a la que llamó “culto religioso armado”.
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“Tengo un arma, pero no necesito un maldito rifle de asalto para defenderme. La única cosa para la que son buenos es para matar. Punto. Eso es todo para lo que un arma es buena, permitir masacres, ¿y quieren bendecirla? ¡Qué vergüenza!,” dijo Desiena.
Durante el evento se bendijo a los rifles y se instó a no verlos como “objetos inanimados”, sino como “accesorios religiosos”.
