Un hombre de Florida sobrevivió luego de recibir una brutal mordedura en el cráneo por un caimán que medía tres metros y medio. El momento fue captado en video por un dron.
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El 3 de agosto, Juan Carlos “JC” LaVerde, fue al lago Thonotosassa, a las afueras de Tampa, con la intención de filmar un video promocional para la empresa que dirige.
“Siempre predico el riesgo mitigado, y ese día fracasé, y todo se fue completamente por la ventana”, dijo JC a un medio local.
En efecto, el hombre de 34 años de edad, exintegrante de la Fuerza Aérea, había olvidado sus goggles y buena parte de su equipo en casa. Nunca se percató del enorme caimán que estaba nadando en su dirección hasta que ocurrió el ataque.
Su propio dron captó el momento en que el caimán lo atacó. La bestia lo mordió en el pecho y en la cabeza, y JC tuvo que usar la fuerza de sus propias manos para librarse de su mandíbula.
“Una cantidad increíble de fe en mí mismo de que no iba a morir”, recordó JC sobre las sensaciones que tuvo en ese momento. “Iba a estar bien, pero necesitaba actuar con seguridad”.
Cuando por fin pudo zafarse de las fauces del caimán, JC nadó a la orilla y pidió ayuda. Al esfumarse la adrenalina, comenzó a sentir un dolor insoportable y perdió el conocimiento. Afortunadamente, algunos testigos ya se habían puesto en contacto con los servicios de emergencia.
El largo camino a la recuperación
“Estábamos todos allí un poco acurrucados, orando, y no sabíamos qué esperar”, dijo la esposa de JC, Christine LaVerde, sobre las horas de angustia en el hospital. “Lo que vi en la sala de emergencias era muy malo”.
JC fue sometido a una operación de emergencia de seis horas. Las fauces del caimán le habían aplastado el cráneo, le rompieron la mandíbula y dañaron un nervio facial. “Entonces, terminaron haciendo una craneectomía, extirparon parte de su lóbulo temporal”, dijo la esposa.
JC, quien también trabaja como voluntario en el cuerpo de bomberos, ha recibido un tremendo apoyo de parte de su comunidad. A los ocho días de haber ingresado al hospital fue dado de alta.
“Les pido que sean duros porque el mundo es un lugar realmente difícil y, hombre, es un desafío maniobrar sin Dios y, en última instancia, Jesucristo en tu corazón”, dijo JC a las personas que buscan un mensaje de inspiración en su experiencia.
Este hombre todavía tiene una cirugía más por delante para que le implanten una placa sobre el cerebro. Indicó que todavía está el riesgo de infección, pero tiene todo el optimismo de que va a salir de esta situación.
