Las historias de sexo en la oficina son bien conocidas por el nivel de adrenalina que se puede acumular en este pasional momento y es que, ¿quién no se excita con la probabilidad de ser descubierto en pleno acto de intimidad?
Así que, si lo que quieres es pasar un excitante momento leyendo algo de lectura erótica, aquí te dejamos una de las historias de sexo en la oficina que seguro te dará muchas ideas para replicarla en algún momento de tu vida.
Teníamos tan solo dos meses saliendo, nos conocimos en la oficina, pero nunca nos permitimos que algún tipo de contacto físico se diera ahí. Un día tuvimos que trabajar en un proyecto hasta muy tarde; ambos éramos los encargados.
Terminamos de cenar y comenzamos a platicar un poco de nuestro primer encuentro sexual. Obviamente la tensión aumentó y nuestras ganas también. Como si fuera una película, él se lanzó sobre mí estando sentada en mi silla, me cargó de repente y me sentó sobre la gran mesa de juntas. Mientras me besaba y yo acariciaba su espalda, él se desabrochaba el pantalón enérgicamente para luego subir levantar mi vestido y bajarme las panties tirándolas al suelo. Me jaló hacia la orilla y comenzó a penetrar. Tenía muy bien tomadas mis piernas y cada vez me jalaba más hacia él, lo que provocaba que todo fuera más intenso y pasional, sin mencionar que tardé pocos minutos en llegar al clímax. Enseguida terminó él y comenzamos a reír. Por último, me dio un beso y me respiró en el cuello, lo cual encendió nuevamente mis ganas y tuvimos un segundo round de mucha pasión. Teníamos que aprovechar el momento. Se convirtió en uno de nuestros encuentros pasionales preferidos…
¿Qué otras historias de sexo en la oficina conoces? ¿Será que comenzarás a escribir la tuya?
