Para protegerlos del vórtice polar, un donador anónimo decidió pagar por decenas de habitaciones para que 70 personas en situación de calle pudieran hospedarse en un hotel de Chicago.
Anteriormente, los indigentes se resguardaban de la tremenda ola de frío ártico en un campamento improvisado con tiendas de campaña. Para mantener el calor, utilizaban tanques portátiles de gas propano que habían sido donados por una organización caritativa.
Esta semana, uno de los tanques explotó, y cuando el cuerpo de bomberos acudió a la zona para apagar las llamas, éstos confiscaron el centenar de tanques para prevenir un accidente más grave.
Aunque ninguna persona falleció en el accidente, los indigentes se quedaron sin medio para protegerse del frío extremo que esta semana ha sometido a la zona de los Grandes Lagos, con temperaturas por debajo de los -30 grados.
Por tal motivo, acudieron a las oficinas de la Salvation Army para que los pudieran acomodar en uno de sus albergues. Sin embargo, al poco tiempo recibieron una llamada del gobierno de la ciudad, notificándoles de la contribución de un buen samaritano.
Esta persona -quien ha preferido mantener el anonimato- dijo que pagaría la cuenta para que los 70 indigentes del campamento pudieran hospedarse en un hotel por el resto de la semana. El hotel se encuentra en la parte sur de Chicago.
Con información de Chicago Tribune.
