Los cadáveres de más de cien perros fueron descubiertos en el interior de un relleno sanitario en Amecameca, Estado de México. Aparentemente, los perros habían ingresado al tiradero para beber agua de una laguna repleta de líquidos tóxicos.
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El martes pasado, el gobierno municipal de Amecameca informó de los trabajos de mantenimiento que se realizaron en un relleno sanitario. Personal de la Dirección de Limpieza extrajeron más de un centenar de perros muertos y repararon la malla de protección, entre otras labores.
El ayuntamiento detalló que el sitio no había recibido la atención requerida en los últimos doce meses, ya que la máquina compactadora, la misma que sirve para cubrir los residuos tóxicos con capas de tierra y manejar la basura, estaba descompuesta.
“De igual forma, los lixiviados utilizados para controlar la fauna nociva que se genera en la basura solo era almacenada y al destruirse el alambrado, los perros entraban y caían en la laguna“, detalló el gobierno local en un comunicado.
Los lixiviados son líquidos que resultan de la percolación de residuos sólidos depositados. Se trata de un proceso que se da durante la fermentación y descomposición de materia orgánica, consecuente de la filtración de agua de lluvia que percola entre los residuos, arrastrando compuestos químicos y materiales biológicos. El lixiviado se caracteriza por tener un elevado grado de toxicidad.
Cuando el personal de limpieza intentó retirar los cuerpos de los perritos de la laguna tóxica, descubrieron que los cadáveres se desintegraban con el más mínimo contacto, por lo que tuvieron que ser enterrados en un terreno cercano.
El tiradero no solo se encontraba en situación de abandono, la nueva administración municipal también resaltó que la basura era depositada en desorden, sin evidencia de que se siguieran los protocolos correspondientes a un relleno sanitario tipo C.
