Todos sabemos que cuando un virus o una bacteria infecta un tejido del cuerpo, nuestras células pueden morir. Pero no siempre somos conscientes de las peculiaridades del proceso. Ahora un equipo de científicos en Noruega ha grabado el momento exacto en que una célula infectada muere.
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El hallazgo lo hicieron científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega. De la mano de una técnica especial para volver fluorescente el entorno y con un microscopio 3D consiguieron captar en video el momento en que una cálula infectada de tuberculosis sucumbe y fallece.
En el video se aprecia cómo a través de las horas una célula humana es infectada por la bacteria, hasta que las paredes de la célula se rompen. La bacteria de la tuberculosis se aprovecha de los macrófagos, células del sistema inmune que vigilan el cuerpo, se comen deshechos y eliminan intrusos.
Sin embargo la bacteria de la tuberculosis es capaz de esconderse de los macrófagos e incluso vivir adentro de ellos hasta matarlos, lo que explica la fuerte infección que produce esta enfermedad.
La científica Trude Helen Flo, quien participó en el proyecto, lo explica de la siguiente forma:
“Esto desencadena una respuesta inmune explosiva en la que la célula en la que viven muere, lo que permite que las bacterias se propaguen a otras células. Las bacterias operan de dos modos: uno en el que se dividen y se multiplican mientras están escondidas dentro de la célula en la que viven, y otro en el que brotan e infectan el tejido sano”.
Este equipo de científicos noruegos ha llevado a cabo este descubrimiento con el fin de llegar hacia antibióticos más preciso que ayuden a combatir una enfermedad que, según la propia OMS, contagió a 10 millones de personas en 2018. Un millón y medio de personas murió por tuberculosis en ese mismo año, lo que la convierte en la décima causa de muerte a nivel mundial.
Aunque hay una exitosa vacuna en contra de la tuberculosis, la enfermedad aún cobra vidas en México. En 2019 fue considerada como la enfermedad infecciosa más letal para los mexicanos.
Es una enfermedad fuertemente ligada a la pobreza y la marginación que al año cobra más de 2 mil vidas en México y se diagnostica en más de 25 mil pacientes. Hay un tratamiento antibiótico disponible, pero este se extiende por meses, incluso por años en algunos casos, lo que dificulta la adherencia al mismo.
