Acompañado al avance de la epidemia de obesidad que afecta a buena parte del mundo, aumenta un prejuicio que se manifiesta contra la gente que tiene sobrepeso. Entonces surge el debate.
Por un lado, el rechazo social que genera la obesidad debe ofrecer un incentivo negativo a la persona obesa para bajar de peso, lo que viene con el beneficio de disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o la diabetes, entre muchas otras. Y por el otro lado, la divulgación de una imagen corporal como un objetivo ideal e inalcanzable puede derivar en problemas de baja autoestima y depresión que afectan a personas con sobrepeso o que las convierte en víctimas de bullying.
El siguiente reportaje de Sin Filtros explora los dos lados del debate. Una vez más, por un lado figura la preocupación por una epidemia de salud que en muchos países desarrollados padece más de la mitad de la población y el temor a que esta condición se normalice. Y por el otro lado, la gente que busca generar conciencia sobre una sociedad en la que puedan convivir todo tipo de body images sin que exista un prejuicio estético y uno pueda aceptar su cuerpo tal como es.
¿Cuál es el camino que se debe tomar?
