Lila Engelman, de 22 años, vive con su pareja, Austin, y su gato Kyo en Santa Clara, California, y curiosamente el felino ha aprendido a comunicarse con sus dueños a través de algunos insultos.
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Desde que Kyo tenía ocho semanas, sus dueños le enseñaron a ‘hablar’ con botones de voz.
Con 12 semanas de edad, Kyo comenzó a utilizarlos con mayor frecuencia, y mostró especial interés por ciertas frases mal habladas, tal y como se puede ver en este vídeo.
“A Kyo le encanta expresar su frustración con nosotros con el botón ‘Mad’ (loco). Pero también pulsa los botones necesarios cuando quiere jugar o ser alimentado”, dijo Lila.
Este tipo de entrenamientos para enseñar a una mascota a comunicarse mediante comandos de voz grabados es válido tanto para gatos como para perros y consiste en moldear el comportamiento combinado con un sistema de recompensas.
En líneas generales, este método consiste en grabar una serie de palabras, acciones o verbos y colocar estas grabaciones dentro de botones que los animales puedan pulsar y colocarlos en un lugar accesible.
Cuando el gato -o el perro- esté haciendo esa acción o esa actividad, el entrenador debe pulsar el botón que se refiera a ella para que el animal lo asocie.
La perseverancia es la clave para el éxito, y este puede tardar en llegar hasta un mes, por lo que la paciencia es otra recomendación a tener en cuenta.