Las lluvias que cayeron en los últimos meses en el norte de Chile han convertido al desierto de Atacama en un basto y hermoso jardín lleno de flores.
El “desierto florido”, como ahora le llaman los chilenos, es un fenómeno que cada vez se está haciendo más común. El desierto de Atacama era uno de los desiertos más secos del mundo y ahora está teniendo este fenómeno que lo convierte en un jardín.
Turistas y botánicos han viajado para contemplar este espectáculo desde agosto de este año, aunque es hasta ahora que se está experimentando el momento álgido de la floración.
El desierto de Atacama es el más árido del planeta (o era) y tiene un ancho de 180 km. Se encuentra entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico.
Con información de La Jornada