¿Qué es la felicidad? Es algo que todos nos hemos preguntado alguna vez en la vida.
Pero, ¿cuál es el secreto para conseguirla? Ha sido una de estas entelequias filosóficas que han sido definidas de tan distintas maneras, en tan distintas épocas, distintas religiones y en distintas áreas geográficas del mundo.
El doctor Gabriel Gutiérrez Ospina, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM) destacó que la felicidad resulta ser un estado emocional, básicamente de gratificación y satisfacción, que está relacionado con el hecho de tener un beneficio de alguna acción u obtener alguna gratificación por algo que estamos persiguiendo y que hemos logrado ejecutar de manera adecuada.
¿Pero, la felicidad es algo duradero o momentáneo y pasajero?
“Para la sociedad occidental la felicidad es un evento que es pasajero y por eso se ha generado la idea de que es uno de los ideales a los cuales tenemos que perseguir y tratar de alcanzar”, destacó el doctor Gutiérrez Ospina.
En el caso de las sociedades orientales, como las comunidades budistas, el asunto es diferente: la felicidad es algo más parecido a lo que nosotros en occidente definiríamos como bienestar, apuntó.
La felicidad, un componente del estado de bienestar
“A veces lo que uno tiene es una vida emocional y profesional y suponemos que se gana un premio, entonces quizás en ese momento tengas euforia, y lo consideras felicidad, por un lado tu vida emocional no está muy bien en paralelo, y el resultado de esto es un desbalance, entonces, más bien deberíamos tender a la visión oriental, en la que el bienestar resulta del integrado de todos los elementos que constituyen tu vida, y ese sentido parece que lo importante es definir tu sentido de vida”, explicó el doctor Gutiérrez Ospina.
En ese sentido, aclaró:
“Si tú tienes un sentido de vida, logras definir un sentido de vida, el resultado es que pase lo que pase, para bien o para mal, lo vas a tomar de buen ver, y al tomarlo de buen ver entonces puedes estar en un estado de bienestar”.
Expuso que, en el caso de una situación extrema, por ejemplo, una enfermedad:
“Puede ser una situación extraordinariamente lesiva para uno desde el punto de vida, emocional, laboral, etc., pero por el otro lado también brinda la oportunidad de conocer aspectos de uno con relación al universo que le rodea, que pueden ser verdaderamente exquisitos y nutritivos, el poder encontrarse en ese momento, entonces, si uno logra desarrollar esta visión alternativa, el estado de bienestar será el poder sobrellevar la enfermedad, conviviendo gratamente con ella, y no sufriéndola”, apuntó.
(Gettty Images)
¿Cambia el concepto de bienestar según la edad?
“Sí, solo si yo agregaría si el individuo tiene una madurez emocional que le permita ver las situaciones tal cual son, sin excederse en uno u otro de los extremos, de lo que es muy grato contra lo que es depresivo”, dijo.
Expuso que uno de los problemas que existen en términos de nuestra sociedad, es que aspiramos a cosas que no necesariamente son nuestras, sino que adquirimos prácticamente durante el desarrollo.
“En la infancia adquirimos estas necesidades sociales que perseguimos todo el tiempo, cuando en realidad ni siquiera nos detenemos, en ningún momento de nuestras vidas nos detenemos a pensar, si realmente eso coincide con nuestros intereses o si realmente representa quienes somos”, puntualizó.
Agregó que en el momento cuando con la edad se logra pasar esta etapa infantil, -que mucha gente tiene problemas para superarla-, nuestro sentido de vida se adquiere y podemos vivir, de una manera más armónica con nuestro ser.
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¿Qué tanto ayuda la psicología para lograr un estado de bienestar?
“La psicología es fundamental; existen diversas escuelas, diversas aproximaciones que les llaman terapéuticas, pero el centro de la psicología debe ser ayudar al individuo a aceptarse tal cual es a revalorarse, a resignificar su vida, y una vez que esto se logra tienes una orientación más hacia el bienestar”, manifestó el doctor Gutiérrez Ospina
Recordó que también se debe fomentar la participación del propio individuo en la consecución de ese estado de bienestar y se refirió con ello a lo se dice de manera muy trillada, pero que es real: cuidarse en términos de alimentación, ejercicio, de distracción, descanso, no obsesionarse con el trabajo, entre otros.
“Encontrar esos balances son los que permiten encontrar ese estado de bienestar que es un estado completamente de armonía, entre mi biología, mi emoción, y el ámbito social en el que me desempeño”, concluyó.
Con información de Noticieros Televisa.
LLH
