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TRáMITES

Demandan a hotel por no dejar hacer ruido el día de su boda

  • La demanda es por 5 millones de dólares y también es contra la organizadora
  • La pareja tuvo que celebrar en un espacio muy reducido

El día de una boda es momento especial, sin embargo, en algunas ocasiones el festejo sale muy diferente a lo planeado e incluso puede terminar en demanda. Así le sucedió a una pareja de Nueva York, que no pudo tener su momento soñado. Esta es la historia.

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Jessica Alovis, hija de una acaudalada familia de Nueva York, y su novio Matt se casaron el pasado 18 de septiembre de 2021 en el hotel Pier 1 de Brooklyn en un evento que, según la demanda presentada por Marjorie y Russell, padres de la novia, costó cientos de miles de dólares.

Todo parecía ir en orden hasta que, al momento de la recepción de invitados, familia y pareja se enteraron de una norma en el hotel que restringía el nivel de audio de la música, mismo que fue calificado como “lamentablemente bajo” al punto que apenas y se podía oír, de acuerdo a la demanda.

Debido a al problema, invitados, familias y pareja se vieron obligados a trasladarse a una sala pequeña en el segundo piso de un edificio contiguo al hotel en la que había espacio para 60 personas, razón por la que muchos invitados decidieron irse.

“No había dónde sentarse. No había ni una sola flor en esa sala. La mayoría de los adultos, aparte de nuestros muy buenos amigos y familiares, se marcharon en ese momento porque realmente nadie tenía ni idea de lo que estaba pasando”, dijo la madre de Jessica en entrevista con el medio The New York Post. 

Por su parte, Russell Newman, padre de la novia y fundador del gigante inmobiliario Newman Properties, aseguró que a solo media hora de empezar la recepción, su hija “estaba histérica y llorando”.

La restricción del ruido se debió a los apartamentos residenciales que alberga el edificio y esta fue aprobada al menos tres semanas antes de la boda “y el hotel nunca nos hizo saber”, reclamó el padre.

“Nunca nos hicieron venir para decirnos: ‘Esto es lo que va a sonar o no’, nunca nos dieron la oportunidad de cambiar el lugar de la celebración”, dijo Newman.

Debido a los problemas generados, la familia de Jessica pide cinco millones de indemnización en la demanda dirigida al hotel y a la organizadora de la boda, alegando “incumplimiento de contrato” y “ocultación engañosa de las restricciones de sonido”. También acusa de “causar daño emocional”.