Para los opositores de Nicolás Maduro es el exilio o la cárcel… O la persecución, la censura o la inhabilitación política.
Magistrados, activistas, ex gobernadores, alcaldes y políticos son perseguidos por el régimen de Maduro.
He recorrido cientos de kilómetros en el territorio nacional y hoy les hablo desde mi primer día en el exilio, declaró David Smolansky, alcalde de El Hatillo.
“Yo en este momento y desde el exilio estoy pensando en Venezuela”, dijo Ramón Muchacho, alcalde de Chacao.
Aprovechando la distracción o complicidad, como algunos afirman, de guardias de seguridad hartos del régimen, han abandonado el país para buscar en el exilio el apoyo internacional.
Gente que está en los servicios de inteligencia me hicieron llegar la información, no solamente el plan conmigo sino con otros líderes de la opción a los que quieren doblegar”, dijo Antonio Ledezma, alcalde de Caracas.
Colombia y Estados Unidos se han convertido en los principales refugios para los perseguidos de Maduro. Ambas naciones son calificadas por el presidente Maduro como el centro de una conspiración contra Venezuela. Los exiliados también han encontrado una plataforma para expresar sus demandas en otros países y en organismos internacionales.
El mundo no puede ser neutral cuando estas terribles situaciones siguen sucediendo… Sin ciudades y con gobiernos locales amenazados, no podemos hablar de democracia”, añadió David Smolansky, alcalde de El Hatillo.
La agenda para los opositores de Maduro en el exterior contempla entrevistas con medios de comunicación, encuentros privados con líderes políticos, presidentes y hacer campaña en foros internacionales. El objetivo: democracia y libertad para su país.
Presenté ante la Corte Penal Internacional aquí en la Haya una denuncia contra Nicolás Maduro Moros, presidente de Venezuela”, dijo Luis Ortega, fiscal destituida de Venezuela.
Foto: Getty images
“Mi mayor ambición hoy es volver a mi país, donde está toda mi vida que me la arrancaron de un día para otro, volver a mi país eso es lo que yo quiero, pero no puedo volver, si yo pongo un pie hoy en suelo venezolano voy al Helicoide”, advirtió Ramón Muchacho, alcalde de Chacao.
El reto para los perseguidos en el exilio es grande: la presión diplomática y la mediación internacional están agotadas y la intervención militar es impensable.
Por ellos, algunos se han aventurado a decir que el único camino es bloquear los recursos al gobierno de Caracas y dejarlo sin posibilidad de operación.
Eso pone en el tablero del juego a las tres principales fuentes de financiamiento de Nicolás Maduro: empresas privadas estadounidenses que compran petróleo a Venezuela y dos países, muy lejanos del escenario latinoamericano: China y Rusia.
Para los exiliados del régimen de Maduro la opción es una: libres, aunque fuera de su país. Es mejor que la engañosa idea de libertad de casa por cárcel de algunos presos políticos.
Según datos de la organización no gubernamental Foro Penal Venezolano, actualmente en el país hay 317 presos políticos, 68 de ellos en arresto domiciliario, como Leopoldo López, 62 en el Helicoide, la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, y 34 en la prisión militar de Ramo Verde.
Foto: Getty images
Con información de Ana María Islas
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