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ECONOMíA

Europeos ya no quieren horario de verano ni de invierno

El pasado 5 de julio, la Comisión Europea realizó una consulta pública y el resultado fue contundente: el 80% de los europeos ya no quiere cambiar de horario.

La consulta se realizó durante 43 días. En ella participaron 4.6 millones de personas quienes completaron un formulario en Internet, en el que no solo pudieron expresar si ya no querían cambio de horario sino que, además, tenían la posbilidad de argumentar por qué.

Los resultados no han sido publicados por Bruselas (sede del Parlamento europeo) pero el diario alemán Westfalen Post reveló que un 80% de los europeos opta por suprimir el sistema de cambios de horarios y prefiere que siga invariable todo el año.

Por otro lado, según el mismo periódico, dos de cada tres participantes podrían haber sido alemanes, por lo que la encuesta tendría menor representatividad de la que se esperaba (aunque es el ejercicio de consulta más exitoso de este organismo).

Pero si se considera como una muestra de la voluntad popular europea, es posible que la discusión pase a las altas esferas, aunque el Ejecutivo comunitario ha dejado claro que esto es un sondeo y no un referéndum, por lo que no tiene un carácter vinculante.

La gran promotora de esta consulta ha sido la Eurocámara, pues países como Finlandia o Lituania desean eliminar el cambio de horario.

Según las leyes comunitarias, los 28 países miembros de la Unión Europea deben adelantar una hora los relojes el último domingo de marzo y restarla el último domingo de octubre. Entre los argumentos que existen para sostener esta práctica están: ahorro de energía, mayor seguridad vial, más tiempo de recreo antes de que se oscurezca el día y la sincronización con los países vecinos y socios comerciales.

De acuerdo con Bruselas (sede administrativa de la Unión Europea), los argumentos no se basan en conclusiones contrastadas y no está comprobado que haya ventajas económicas significativas. El ahorro de energía, por ejemplo, se estima entre un 0.5% y un 2.5%. Por otro lado, no está claro si ha habido una disminución de accidentes de tráfico.

Además, un argumento en contra del cambio de horario es el impacto que éste tiene en los biorritmos humanos (cansancio, falta de concentración, etcétera) y esto podría ser un factor con mayor peso que los argumentos a favor.

El único argumento a favor de peso es la coordinación que hay entre los países miembros, que son vecinos y socios comerciales. Si cada país escogiera el horario en el que vive, es posible que habría un impacto en el mercado interior. Pero Bruselas no espera que haya decisiones unilaterales por parte de los países miembros.