Estudiantes de la Universidad del Valle de México utilizan lombrices y plantas para purificar miles de litros de aguas residuales diariamente.
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Esta nueva forma de tratamiento de aguas negras les hizo ganar a sus creadores universitarios el premio de la Universidad del Valle de México por el desarrollo social 2014. Ahora consolidados como una empresa: CPlantae, purifican 50 mil litros de agua residual diariamente de una forma totalmente ecológica.
Los fundadores de CPlantae la definen como una empresa “social y ambiental que se especializa en el saneamiento ecológico de aguas residuales, para lo que utiliza tres organismos vivos: lombrices rojas, plantas acuáticas y microorganismos asociados a los dos primeros” para sanear la calidad del agua.
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César Asensy Maldonado Monter, integrante del equipo de CPlantae afirmó en entrevista con Notimex:
La tecnología tiene como finalidad imitar a la naturaleza para mejorar vidas y para ello hemos implementado esta solución para descontaminar el agua en diversas regiones de México, Colombia, Ecuador e inclusive Argentina”.
Según información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) publicada en 2016, sólo el 30% de las aguas residuales provenientes tanto de hogares como de la industria mexicana, recibe algún tipo de tratamiento. Este porcentaje además, no se limpia de modo efectivo por lo que su uso puede ocasionar enfermedades. En ese mismo año la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó que el 70% de los cultivos mexicanos se riegan con agua contaminada.
Algunos de los sistemas de tratamiento tienen un alto costo económico debido a la gran cantidad de insumos y mantenimiento especializado que requieren. Atendiendo a la necesidad de un método 100% efectivo en la purificación de aguas, un grupo de estudiantes decidió poner en práctica su proyecto un sistema de tratamiento de aguas residuales eficaz, barato y capaz de funcionar sin energía eléctrica.
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El sistema que utilizan está compuesto de un vermifiltro. Vermi viene del latín vermis o vermibus, que significa “gusano”, por lo que la traducción literal de vermifiltro sería “filtro de gusanos”. Este contenedor tiene un grupo de lombrices rojas (E. fetida) que se encarga de consumir residuos orgánicos entre los que se encuentra comida, papel higiénico, heces, semillas y vegetales. Las lombrices no transmiten enfermedades, tienen una tasa de reproducción muy alta y consume generalmente más de la mitad de su propio peso
Una vez que los residuos atraviesan su sistema digestivo, se transforman en humus, un material orgánico que es fácil de absorber por los microorganismos de las plantas de las siguientes fase de la purificación, un humedal artificial en donde se han colocado plantas acuáticas que se encargan de limpiar el agua hasta cumplir con las normas oficiales mexicanas.
El agua no es potable; sin embargo, Maldonado Monter aseguró que sí puede reutilizarse para muchas otras tareas:
Desde plantas de aguas residuales para pequeñas industrias, saneamiento doméstico a pequeña escala, baños ecológicos de lombrices, albercas naturales, captación y potabilización de agua pluvial hasta la recuperación de cuerpos acuáticos con chinampas.”
Los filtros pueden construirse de distintos tamaños para satisfacer distintas necesidades, desde casas de dos habitantes hasta fraccionamientos, fábricas, granjas y escuela y la inversión depende mucho de las necesidades de cada instalación.
En la totalidad del procedimiento no se utilizan químicos ni se generan sustancias nocivas para el medio ambiente.
Con Información de: Notimex
