En medios de comunicación de Francia y España, así como en otros países, circula la noticia de que activistas veganos piden prohibir la venta de galletas de animalitos porque este producto incita al maltrato animal. Si esta noticia suena ridícula es porque se trata de una noticia falsa.
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En efecto, no hay ninguna organización vegana o ambientalista que exija en la actualidad la “cancelación” de estas galletas con forma de animales.
La noticia falsa se basa en un reporte de agosto de 2018, cuando Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) convenció a la empresa que fabrica este producto a favor de cambiar la presentación de sus cajas.
Animal Crackers es un producto que fue creado en Inglaterra en el siglo XIX y que desde entonces ha sido uno de los postres favoritos de abuelitos de todo el mundo (y uno de los más odiados por sus nietos).
Some are saying @PETA wasted time, money, and effort pressuring Nabisco to free the animals from the circus on Animal Crackers. I disagree. Children will no longer think it's OK to put animals in cages. Well done PETA. Thank You Nabisco. It's never too late to change. pic.twitter.com/8KZts5YG7N
— Daniel Schneider (@BiologistDan) August 21, 2018
Por muchas décadas, la caja de este producto mostraba un dibujo de varios animales detrás de las barras de una jaula de circo. Pero con el cambio que se hizo hace un par de años, el nuevo diseño de la caja muestra a los animales sin las barras.
“La nueva caja de Barnum’s Animals refleja perfectamente que nuestra sociedad ya no tolera enjaular y encadenar animales exóticos para espectáculos de circo.”
Como suele suceder en el contexto de las “guerras culturales”, la acción de PETA generó un poco de polémica en su momento, pero esta organización nunca exigió a las tiendas el retiro de este producto del mercado.
Con las galletas de animalitos no
Algunos medios citaron no a PETA, sino a The Vegan Society como el promotor de esta medida de prohibir las galletas de animales. Esto también es falso.
The Vegan Society es la organización vegana más antigua del mundo, fundada en 1944 en Inglaterra. La palabra “vegano” fue acuñada por el fundador de esta organización de caridad, Donald Watson.
Según esta sociedad el veganismo es “una forma de vida que busca excluir, en la medida de lo posible y practicable, todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales en materia de alimentación, vestido o cualquier otro propósito”.
Es decir, el vegano no solo es un vegetariano, también se niega a participar en cualquier actividad que tenga algo que ver con la explotación de animales. Por ello, hay muchos veganos que no consumen galletas de animales, incluso cuando estas galletas no están hechas de ningún ingrediente de fuente animal.
“El consumo de galletas de animales reitera a los niños su acceso privilegiado al mundo natural y a los subordinados que viven en él,” escribió la socióloga vegana Corey Lee Wrenn en un ensayo publicado en 2018.
Para la autora de este ensayo, el problema de estas galletas no son sus ingredientes, sino el mensaje que transmiten por su forma. “Al ser capaz de ‘coleccionar’ los animales, levantarlos, jugar con ellos y eventualmente comérselos, se subraya la noción de supremacía humana.”
Esta es la opinión que compartió una académica vegana hace tres años, criticando a PETA por no ir más allá de un cambio cosmético. Pero no es ninguna novedad que los veganos no consuman galletas de animalitos u otros productos con forma de animal.
Cierto, la comunidad vegana siempre ha buscado promover su estilo de vida como una alternativa más sana y humanitaria, pero no hay evidencia de que la mayoría de veganos quiera imponer sus formas de consumo al resto de la población.
Las galletas de animalitos van a estar a salvo.
