La nueva moda en China ha provocado el repudio internacional: peces vivos nadando dentro de llaveros.
Se ha convertido en un redituable negocio la venta de llaveros que contienen animales como peces, tortugas y distintos tipos de reptiles.
Los llaveros de colores que contienen a los peces se venden en las estaciones del metro de Beijing y otras de las principales ciudades de China. Su precio oscila entre 1 y 1.5 euros (de 20 a 30 pesos, aproximadamente).
Según los vendedores, los recipientes de plástico donde se encuentran los pequeños animales se llena con oxígeno y una sustancia líquida nutritiva que les permite subsistir por dos meses, tiempo después del cual los peces o reptiles deben ser liberados para evitar su muerte, según advierten vendedores chinos.
Ha sido todo un escándalo la venta de estos llaveros; la indignación alrededor del mundo no se ha hecho esperar. Los grupos de derechos de los animales en China y otras partes del orbe han alzado la voz en contra de esta práctica.
La falta de alimentos y la disminución de las concentraciones de oxígeno tanto en el agua y la pequeña cantidad de aire en estas bolsas de plástico hará que los animales mueran en un período relativamente corto de tiempo después de las bolsas se sellan, declaró el director del bienestar de la organización Animales de Asia, David Neale.
Peor aun es que los peligros que implican estos llaveros no solo son para los peces, las personas que posean dichos objetos también corren el riesgo de contraer ciertas enfermedades.
Las personas deben ser conscientes de los riesgos potenciales para la salud humana asociados con estar en estrecho contacto con animales como las tortugas. Las tortugas frecuentemente portadoras de la bacteria salmonela que pueden causar enfermedades graves.
No obstante, por su popularidad, ha sido imposible frenar la venta de estos “peces-llavero”. Su alta demanda entre los jóvenes es un gran incentivo para continuar su venta.
En China existen diversas leyes en contra del maltrato animal, tales como la que que prohíbe la realización de espectáculos en vivo con animales en circos y zoológicos; sin embargo no hay ninguna normativa en contra de la venta de estos controversiales llaveros.
Vía Expansión
