La epidemióloga María Cristina Willemann perdió a su padre César Willemann por COVID-19. De acuerdo con sus propias declaraciones, él prefería creer en los mensajes que circulaban en redes sociales y otras plataformas sobre este virus que a la información proporcionada por su hija.
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Las redes sociales y plataformas digitales han jugado un papel fundamental desde el inicio de la crisis sanitaria por COVID-19, ya que además de permitir que millones de personas se mantengan en contacto pese a la distancia, también han ayudado a difundir información sobre esta enfermedad.
Sin embargo, en este sentido, también se han vuelto un arma de doble filo por los datos falsos que juegan con la gravedad de esta situación y afirman que el COVID-19 no existe, que no es necesario seguir las medidas de prevención y otra serie de mitos que exponen a millones de personas a posibles contagios.
La epidemióloga brasileña, María Cristina Willemann, enfrentó uno de estos escenarios cuando su padre, César Willemann que prefería informarse en WhatsApp y redes sociales que con los datos recopilados por su hija, contrajo el virus y falleció a la edad de 65 años.
Al inicio de la pandemia, María Cristina informó a medios brasileños sobre las medidas de prevención que debía seguir la población para reducir el riesgo de un contagio y, pese a que su padre y su madre le hicieron caso, a medida que pasó el tiempo él regresó a su rutina habitual.
A medida que salió a espacios públicos y a la calle se percató de que no se había contagiado, por lo que bajó la guardia durante los meses venideros. A ello se sumaron mensajes de WhatsApp y cadenas de texto en redes sociales que desinformaron los hechos sobre el COVID-19, algo que según María pudo influir negativamente en su papá.
“Es muy frustrante saber que estuve trabajando desde el inicio de la pandemia para evitar que la gente se enfermara, pero no pude convencer a mi propio padre. Es una mezcla de frustración y rabia…
“Creo que muchas personas mueren porque piensan, como mi papá, que no les va a pasar. Estas personas pueden pensar que están protegidas de alguna manera, creen que algún tratamiento ha de funcionar o piensan que existe una inmunidad colectiva que los protegerá”, explicó la epidemióloga.
El padre de María creía que la cloroquina, fármaco defendido por Jair Bolsonaro y otras figuras públicas, podría curarlo de COVID-19, pero lamentablemente “recibió información falsa, incluso sobre la cloroquina, a través de WhatsApp, que era el medio de comunicación que más usaba. Por mucho que le dijeran en televisión que no había evidencia científica sobre la cloroquina, prefirió creer en Whatsapp“.
Para la epidemióloga este vacío informativo fue un factor importante en la pérdida de su padre, por lo que extendió la petición a la población en general de informarse y mantenerse al tanto de los datos verídicos y científicamente comprobados para enfrentar al SARS-CoV-2.
