¿Te imaginas poder controlar las funciones de tu smartphone con tu mente? Para llegar a este punto, sería necesario implantar un chip en tu cerebro, un procedimiento que puede parecer “invasivo” para mucha gente, aunque los beneficios de esta interconectividad podría implicar grandes beneficios, en espacial para personas que padezcan alguna discapacidad física.
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La realidad es que esta tecnología existe desde hace más de diez años. En 2006, un hombre con lesión de la médula espinal de nombre Matthew Nagle fue el primero en recibir un implante cerebral que le permitía controlar un cursor en una computadora, a tal de grado de poder jugar Pong.
Sin embargo, Elon Musk -el excéntrico emprendedor sudafricano al frente de empresas innovadoras como SpaceX y Tesla- busca llevar esta tecnología a su siguiente evolución al crear una fusión con la inteligencia artificial (IA). Para este fin, el señor Musk fundó en 2016 Neuralink, una empresa enfocada en el estudio y desarrollo de la interfaz cerebro-máquina.
La noche del martes 16 de julio, el señor Musk presentó por primera los avances de esta misteriosa iniciativa, empezando por un chip compuesto de delgadas fibras que se insertarían directamente en el cerebro. Y junto a eso, un robot que colocaría los filamentos en el tejido cerebral de forma automatizada.
Según el reporte de Código Espagueti, las fibras tienen una longitud de 4 a 7 micrómetros (un micrómetro equivale a la milésima parte de un milímetro y se abrevia μm). Eso las hace más delgadas que un cabello humano. Por otra parte, el robot diseñado para insertar las fibras en el cerebro está programado para no dañar los vasos sanguíneos.
Estos dispositivos traerían consigo dos grandes beneficios, si los comparamos con la tecnología empleada en la actualidad: mayor flexibilidad en los hilos conectados al tejido cerebral, y la capacidad de transferir una mayor cantidad de información.
¿Pero qué tan efectiva es?
“Un mono ha logrado controlar una computadora con su cerebro,” dijo el señor Musk en una sesión de preguntas y respuestas. Los investigadores de Neuralink estiman que para finales del próximo año ya deben de estar experimentando con voluntarios humanos.
Hasta el momento, Neuralink ha desarrollado un chip personalizado que es capaz de leer, limpiar y amplificar las señales del cerebro con mejor desempeño que otras marcas. Por ahora, solo puede transmitir datos a través de una conexión por USB, pero en última instancia, el objetivo es crear un sistema que pueda funcionar de forma inalámbrica.
Una vez que se llegue a este punto, un sensor diseñado para integrarse al cuerpo humano podrá transmitir datos a través de una app. Neuralink pretende implantar no uno, sino cuatro de estos sensores en el cuerpo, tres en áreas motoras y uno en el área somatosensorial primaria. Para conectarse de formar inalámbrica, el sujeto tendría un dispositivo externo montado detrás de la oreja.
