Un hombre visiblemente alterado ingresó a una estación de policía en Bangkok con un cuchillo en la mano. Pero en lugar de ser sometido por la fuerza, un oficial se le acercó y simplemente tuvo una plática con el sujeto.
Al poder tranquilizar al hombre del cuchillo, éste accedió a entregarle su arma al policía. Acto seguido, el oficial extiende sus brazos y le da un abrazo al hombre ya desarmado.
Una vez que la situación ha sido controlada, los otros policías se acercan a la peculiar escena. El agresor tomó un asiento y mostró su apreciación.
Según reporta Daily Mail, el policía tailandés se llama Anirut Malee, y éste le contó a la prensa local que el hombre era un guardia de seguridad, desesperado porque no le habían pagado en tres días.
También era un músico callejero y le habían robado su guitarra. El oficial escuchó sus agravios y le dijo que él tenía una guitarra que podía darle.
El agresor recibió atención médica por su salud mental y no se le imputó ningún crimen.
