En Rusia, una mujer compró un gato sin saber que éste crecería tanto a sus apenas dos años de edad. Es tan grande que llega a ser confundido con un perro. Su historia no tardó en viralizarse.
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Yulia Minina, quien vive en un pueblo de Stary Oskol, en Rusia, adquirió a su felpudo, Kefir, cuando apenas era un gatito. Sin saberlo, el gato ha crecido mucho en dos años, al punto que llega a ser confundido con un perro.
Kefir es de la raza Maine Coon, es de un brillante color blanco y a pesar de su edad, ya pesa 12.5 kilogramos. Y es probable que siga creciendo, ya que esa raza de gatos no deja de crecer hasta los cuatro años. Por algo se les llama el “gigante gentil”.
Kefir es un gato de la raza Maine Coon | Foto: Yulia Minina / SWNS
“No solo creció grande en apariencia, también es muy inteligente y siempre se comporta con tranquilidad“, dijo Yulia a medios locales. “Kefir tiene una apariencia formidable, pero es un niño muy cariñoso y modesto. Cuando los amigos y conocidos vienen a la casa, toda la atención está puesta en él y se deja acariciar voluntariamente“.
Precisamente son las visitas y extraños que confunden al gato con un perro por su tamaño. Y si bien la mujer ama a su mascota, no niega que existen ciertas dificultades derivadas de su tamaño.
“Por la noche le gusta subirse encima de mí y dormir. Cuando era un gatito, no me causaba ningún inconveniente. Pero ahora se ha vuelto grande y pesado y, por supuesto, es difícil dormir así”, explicó la mujer.
Su dueña asegura que su gato suele ser confundido con un perro por su tamaño | Foto: Yulia Minina / SWNS
Algunas personas cuestionaron la veracidad de las fotos, pero Yulia asegura que no usó Photoshop. Simplemente así de grande es Kefir, cuya raza se caracteriza por tener características de perro, porque disfruta estar entre humanos.
