El cerebro es un órgano complejo que maneja, entre otras cosas, la conducta y el comportamiento. Por otra parte, también sucede ahí el proceso de la aparentemente caótica risa.
De acuerdo con Feggy Ostrosky, directora del Laboratorio de Neuropsicolgía y Psicofisiología de la UNAM, las investigaciones de campo de la salud mental revelan que la risa no sólo se siente bien, sino que trae muchos beneficios.
La risa, de acuerdo con Ostrosky, es un mensaje intrínseco. Es decir, está sujeto a la naturaleza humana de tal forma que es un lenguaje que todos lo podemos entender.
La risa es una parte fundamental de nuestra actividad cotidiana.” comenta Ostrosky a Paola Rojas en ‘Al Aire con Paola’. “Es un lenguaje que todos los humanos hablamos y entendemos. Es un mensaje intrínseco”.
Los seres humanos comienzan a reírse desde los 4 meses. En la infancia, podemos reír hasta 90 veces diarias, mientras que en la adolescencia, la frecuencia baja a 30 veces diarias. En la edad adulta y la vejez, la risa comienza a ser esporádica.
Ostrosky explica que esta disminución de la frecuencia de la risa se debe a que, con la edad, hay una reducción de receptores activos de dopamina, una sustancia neurotransmisora que genera placer y sensación de éxito en el cerebro.
Al ocurrir la risa, se estimula la generación de esta sustancia neurotransmisora, por lo que aumenta su cantidad en el sistema nervioso.
De acuerdo con Ostrosky, para producir más dopamina en la edad adulta se debe cambiar la actitud, con el objetivo de utilizar los pocos receptores de neurotransmisores que quedan.
Lo interesante es que la risa es muy contagiosa. Es como un bostezo. Si tu ves a alguien bostezar, empezamos.”, ahonda la neuropsicóloga.
Ostrosky comenta que la neurociencia establece que, cuando se escucha la risa, se activa un circuito específico en el cerebro que permite la recepción de dopamina.
A través de la corteza premotora, se activa un núcleo neurológico llamado accumbens izquierdo, un regulador emocional en donde se genera la alegría.
El núcleo accumbens transmite posteriormente a la corteza prefrontal, donde nos hacemos conscientes de la gracia de la situación. Si el estado de ánimo es bueno, se produce la risa.
Es por eso que en algunos programas de televisión ponían las risas grabadas, pues se contagia”, explica Ostrosky.
Estudiar la risa, de acuerdo con la neuropsicóloga, es importante porque puede ayudar a entender los mecanismos que provocan enfermedades y padecimientos mentales como la depresión.
Estos circuitos son parte de la comunicación humana. La risa también se ha usado para mejorar la enfermedad”, afirma.
Ostrosky concluye que reír conviene, pues abre canales de comunicación y, generalmente, la risa ocurre cuando nos encontramos junto a más personas.
La risa, además, también baja la tensión muscular, relaja el cuerpo y lo rejuvenece, debido a que mejora el sistema inmunológico.
