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ESTADOS UNIDOS

Donald Trump, James Comey y el FBI

Este martes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despidió abruptamente a James Comey como director del FBI. El anuncio lo realizó mediante una carta.

El vocero presidencial, Sean Spicer, informó que la decisión fue tomada por el presidente Donald Trump bajo recomendación del fiscal general, Jeff Sessions, y el fiscal general adjunto, Rod Rosenstein.

Trump señaló que se requiere de un nuevo líder en el FBI para restaurar la confianza del público y le agradeció el notificarle en tres ocasiones que no estaba bajo investigación.

La remoción ocurre luego de que la semana pasada Comey defendió su actuación en el caso de Hillary Clinton ante el Comité Judicial del Senado y reiteró que la principal asesora de la demócrata, Huma Abedin, reenviaba miles de correos a su marido Anthony Weiner.

Este martes, el FBI envió una notificación a esa comisión del Senado para rectificar las declaraciones de Comey sobre los correos electrónicos de Clinton. La rectificación decía que Huma Abedin sólo envío un pequeño número de correos a su esposo.

Comey dirigía la agencia desde septiembre del 2013 cuando fue nombrado por el entonces presidente Barack Obama. Antes, de 2003 al 2005, fue fiscal general adjunto bajo la Presidencia de George W. Bush.

Bajo su dirección el FBI se vio envuelto en la polémica al investigar los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado y candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.

Estos mensajes fueron enviados desde un servidor privado, lo que pudo constituir un delito.

Desde entonces Comey, un respetado jurista de ideología republicana, enfrentó polémicas.

Primero en julio de 2016 porque recomendó no presentar cargos contra Hillary Clinton, pero en octubre, a sólo 11 días de los comicios presidenciales, notificó al Congreso el hallazgo de nuevos correos. Este anuncio, se dijo, ayudó al triunfo de Donald Trump.

Actualmente Comey participaba en la investigación sobre el hackeo ruso en las pasadas elecciones, como lo anunció el pasado 17 de marzo.

El Departamento de Justicia me ha autorizado a confirmar que el FBI, como parte de nuestra misión de contraespionaje, está investigando los esfuerzos del gobierno ruso de interferir en la elección presidencial del año 2016 y eso incluye investigar la naturaleza de todo vínculo entre individuos asociados a la campaña de Trump y el gobierno ruso y si hubo alguna coordinación entre la campaña y los esfuerzos de Rusia. Como con cualquier investigación de contraespionaje, esto también incluye evaluar si se cometió algún delito”, dijo James Comey, entonces director del FBI.

Comey también rechazó las afirmaciones de Donald Trump sobre el presunto espionaje a su campaña por parte de Barack Obama.

“Con respecto a los tuits del presidente que dicen que se intervinieron sus líneas telefónicas por parte de la administración anterior, no tengo información que sustente esos tuits y hemos hecho un cuidadoso escrutinio en el FBI”, añadió Comey.

La remoción de Comey al frente del FBI generó polémica en el Congreso estadounidense, donde se pidió incluso el nombramiento de un fiscal independiente para investigar el hackeo ruso.

Le dije al presidente que: “señor presidente, con todo el debido respeto, comete usted un grave error.” La primera pregunta que tiene que contestar el gobierno es ¿por qué ahora? Si el gobierno tenía objeciones respecto al manejo que le dio el director Comey a la investigación de la secretaria Clinton, esas objeciones las tenían en el momento en que el presidente ocupó el cargo, pero no lo cesaron entonces. ¿Por qué fue hoy?”, se cuestionó Charles Schumer, senador demócrata por Nueva York.

 

Con información de Juan José Alvarado
VM,