Diplomáticos de Ecuador dieron una advertencia al cofundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado en la embajada del país latinoamericano en Londres desde junio de 2012: “O cuida mejor a su gato… o lo perderá”.
Las autoridades exigieron a Assange, entre otras reglas, limpiar su baño y cuidar mejor de su mascota, si no quiere separarse de ella.
De no acatar las normas, el jefe de la misión diplomática le pedirá que entregue su felino a alguien de su confianza o a un refugio.
A Assange se le hizo entrega de un documento en el que, además, se le pide solicitar aprobación de las visitas que le hagan tres días antes de que se realicen.
Asimismo, tiene prohibido llevar a cabo actividades “consideradas como políticas o que interfieran en asuntos internos de otros Estados”.
Dos noticias: una buena y una mala
El Gobierno Ecuatoriano cortó la conexión a internet de Assange en marzo del 2018 debido a que emitió “mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados”. En el aviso recibido se le hace de su conocimiento que será restaurado parcialmente su servicio de red.
Sin embargo, debido a los recortes presupuestarios, la misión diplomática ya no costeará su alimentación, cuidados médicos, lavandería y otros gastos relacionados con su estancia desde el 1 de diciembre del 2018. No obstante el cese del apoyo económico, le piden que se realice revisiones médicas trimestrales pagadas por su cuenta.
De no cumplir con las normas establecidas, Assange perderá el asilo político otorgado por Quito.
Con información de BBC
