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POLíTICA

Si México no siguiera la Doctrina Estrada, ¿qué gobiernos de otros países desconocería?

Si México no siguiera la Doctrina Estrada, ¿cuántos gobiernos de otros países tendría que desconocer? La respuesta, a continuación.

El porqué de la Doctrina Estrada

La Doctrina Estrada, redactada y publicada por el canciller Genaro Estrada en 1930, señala que el Estado mexicano no califica precipitadamente ni a posteriori, el derecho de las naciones para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos.

“El gobierno de México no otorga reconocimiento porque considera que esta práctica es denigrante, ya que además de herir la soberanía de las otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos interiores pueden ser calificados en cualquier sentido por otros gobiernos, quienes, de hecho, asumen una actitud de crítica al decidir favorable o desfavorablemente sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros. El gobierno mexicano sólo se limita a mantener o retirar, cuando lo crea procedente, a sus agentes diplomáticos, sin calificar precipitadamente, ni a posteriori, el derecho de las naciones para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades”, se lee en la Doctrina Estrada.

Dicha doctrina, eje de la política exterior de México durante la mayor parte del siglo XX, responde al contexto histórico de nuestro país. Desde su independencia en 1821, México había sufrido una serie de revueltas, movimientos revolucionarios y contrarrevolucionarios que hacían común el cambio de gobierno sin que este ocurriera por la vía legal, lo que ocasionaba que cada nuevo gobierno emanado de una contienda interna tuviera que luchar duramente con la diplomacia extranjera a fin de conseguir el reconocimiento oficial de las naciones extranjeras para así poder validarse dentro de su propia nación.

Estos eventos ponían a México en una situación débil con respecto a las naciones poderosas, que aprovechaban su influencia para conseguir ventajas económicas o políticas a cambio de reconocer al nuevo gobierno. Tal fue el caso de México a raíz de la revolución mexicana, la cual originó una serie de sucesiones presidenciales por la vía revolucionaria, que en la mayoría de los casos debían mandar misiones diplomáticas a las naciones extranjeras en busca de reconocimiento, especialmente a Estados Unidos.

La situación se hizo más compleja debido a la promulgación de la constitución de 1917 por el presidente Venustiano Carranza, que acababa con los privilegios económicos de otras naciones en México, especialmente de las industrias estadounidenses, motivo por el cual el gobierno de Estados Unidos se negó a reconocer al gobierno mexicano a menos que éste derogara los artículos constitucionales que afectaban a los intereses estadounidenses en México.

La Doctrina Estrada responde a las nociones de no intervención y el derecho a la autodeterminación de los pueblos, consagrados en la Constitución mexicana en su Artículo 89.

Es precisamente por la Constitución que México no puede decidir si un gobierno extranjero es legítimo o ilegítimo, sobre todo, en una coyuntura política.

¿Qué gobiernos desconocería México?

En caso de ya no atender más a la Doctrina Estrada, México tendría que desconocer al gobierno de Arabia Saudita, ya que ni es democrático, ni respeta los derechos humanos, como se evidenció en el caso del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, según el historiador Javier Buenrostro.

Una situación similar es la de Israel, dice Buenrostro, que viola el derecho internacional y desconoce los derechos humanos de los palestinos. Lo mismo pasa con China (violación de derechos humanos y laborales), Francia (protestas de ‘chalecos amarillos’), Rusia (acusaciones de autoritarismo por parte de los opositores), Brasil (donde se practicó un golpe de Estado en contra de la presidente Dilma Rousseff) e incluso Estados Unidos (por sus muestras de racismo y xenofobia), señala el historiador por la UNAM y la Universidad de McGill.

Con información de RT