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SALUD

La diversidad social es buena para la mente y el pensamiento creativo

Tener amigos que sean diferentes a uno mismo es muy importante para el desarrollo creativo y la resolución de problemas, pues nos obliga a ir más allá de lo obvio.

Cada día, tomamos cientos de decisiones y juzgamos situaciones de acuerdo a distintos parámetros personales: desde algo ligero, como que desayunar, hasta lo más importante, como aceptar un trabajo.

Sin embargo, al ser humanos tenemos limitaciones en la cantidad de recursos mentales que podemos utilizar: la mente humana no puede abarcar tantas cosas.

Dados los desafíos de la vida y lo complicado que puede llegar a ser tomar una decisión, nuestra mente adopta ‘atajos mentales‘ para funcionar de manera efectiva de acuerdo a lo que nos rodea.

Es un enfoque que nos permite avanzar en la vida, pero que también puede limitar nuestro crecimiento como personas.

Vale la pena reflexionar, por ejemplo, las razones para las que utilizamos un objeto determinado, como una cuchara. ¿Para qué sirve una cuchara? Quizá respondamos rápidamente que sirve para comer sopa, o para mezclar el café con azúcar y leche.

Sin embargo, esta primera respuesta es efectivamente un atajo mental, pues la cuchara puede tener muchos otros usos si se parte de un pensamiento creativo. Este atajo mental no requiere pensar y nos viene a la mente sin esfuerzos: es un estereotipo de las razones por las que usamos una cuchara.

Así, el ‘atajo mental’ es un ejemplo de pensamiento heurístico, o lo que muchas personas llamarían una ‘visceral‘.

Investigaciones sugieren que una de la forma para abrir nuestra mente y aplicar mejor el pensamiento creativo es tener convivencia con una mayor diversidad social. Es decir, hacer cosas como mezclarnos con personas que ‘no son como nosotros’.

Existen muchas formas de hacerlo y pueden diferir entre ellas, como juntarnos con gente de edad, raza, educación, ciudad o localización geográfica distintas, entre otras.

La diversidad, dicen los estudios, hace que nuestro cerebro trabaje con información compleja e inesperada. Al igual que lo es el entrenamiento físico, puede ser muy beneficiosa. Cuanto más lo hacemos, mejores somos a la hora de producir información compleja e inesperada nosotros mismos.

Cuanto más convivimos con gente diferente a nosotros, mejores somos a la hora de producir información compleja e inesperada nosotros mismos. (GettyImages)

El problema de las velas: estudio sobre la diversidad

Un estudio sobre los beneficios de la diversidad social requirió a un grupo de participantes que pensaran en alguien que cumpliera ciertos estereotipos, como una mujer que trabaja como partera en un hospital.

A otro grupo, se le pidió pensar en el caso contrario, es decir, un hombre con la misma profesión.

Después, al preguntarles sobre nombres originales para un nuevo tipo de pasta, se comprobó que quienes imaginaron a alguien que no cumple con los estereotipos fueron más creativos.

Esto se debió a que confiaron menos en el conocimiento basado en la heurística y pensaron en opciones mejores, después de abrir paso a la creatividad con la primera pregunta.

Investigadores también exploraron la idea de si vivir en el extranjero fomenta la creatividad. En este estudio, investigadores mostraron a los participantes una imagen del problema de las velas de Karl Duncker, psicólogo de la escuela Gestalt, en la que hay una vela, una caja de fósforos y otra de tachuelas.

La imagen del problema de las velas de Karl Duncker, mostrada a los participantes (IPsicologo)

La tarea de los participantes es averiguar cómo poner en la pared la vela usando sólo los objetos que estaban en la mesa, de manera que se quemara bien y sin derramar cera en el suelo.

La solución correcta, según los científicos, es utilizar la caja de tachuelas como candelabro, clavándola en la pared y colocando la vela en el centro.

Posibles soluciones planteadas pueden ser intentar pegar la vela a la pared con las tachuelas, algo imposible por la longitud de éstas, que no podrían atravesar toda la vela y fijarla a la pared.

Otra opción que sigue la lógica occidental de los objetos podría ser encender la vela y con la cera intentar pegarla a la pared, lo cual también es imposible, pues el peso de la vela hace que no pegue la cera en la pared.

Esta tarea requiere que los participantes ignoren sus asociaciones preexistentes y que vean a los objetos como capaces de ejercer funciones diferentes de las típicas.

Los resultados mostraron que la experiencia de vivir en el extranjero mejora los resultados en este ejercicio de creatividad.

“En estos tiempos desafiantes para la cohesión social, puede haber beneficios reales en abrazar los nuevo e inesperado”, explica Julie Van de Vyver en su artículo, escrito para BBC News Mundo.

Al juntarnos con personas distintas, puede que no solo estemos ayudando a nuestro propio crecimiento personal, sino que nos estemos poniendo en la mejor posición posible para ayudar a resolver los problemas duraderos de nuestra sociedad.

Con información de Julie Van de Vyver y Richard Crisp, para BBC Mundo