Gracias a que la madera es un material eficiente en los procesos de energía, se ha descubierto que una membrana hecha con ella puede filtrar la sal del agua del mar y hacerla potable.
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Con esta alternativa, se ahorrará energía e infraestructura, ya que se trabajará directamente con las cualidades físicas de la madera y se sustituirá el uso de polímeros y materiales de combustibles fósiles.
La membrana estará hecha a partir de tilo americano sometido a un tratamiento químico para eliminar sus fibras, lo que volverá su superficie resbaladiza para las moléculas de agua.
Del otro lado de ella se generará calor, por lo que el agua se evaporará al pasar por esta superficie y hará que el vapor viaje de sus poros hacia su lado más frío. La sal quedará fuera del proceso y así el agua será dulce.
Con este método se filtran 20 litros de agua por metro cuadrado, lo que acelerará el tiempo de producción que se tenía con polímeros tradicionales.
