Inicio  /  Historias
SALUD

¿Corres riesgo de padecer trastorno por estrés postraumático tras vivir un sismo?

Después de vivir un sismo fuerte, como el que se registró este 23 de junio 2020 por la mañana, es posible padecer consecuencias psicológicas.

Miles de personas experimentaron un pánico insoportable esta mañana, cuando sonó la alarma sísmica en la Ciudad de México por un fuerte sismo con epicentro en Oaxaca.

Te recomendamos: ¿Qué hacer después de un temblor?

Aunque, inmediatamente, muchos quieren volver a la normalidad, buena parte del país se encuentra tensa, nerviosa o ansiosa. Por tal motivo, siempre hay preocupación de que la población pueda padecer trastorno por estrés postraumático (TEPT, o PTSD por sus siglas en inglés), después de revivir el miedo de un sismo.

El TEPT es un trastorno mental que se desarrolla después de experimentar un evento traumático muy fuerte. Las personas que han sobrevivido a un conflicto armado, a una agresión sexual o a un desastre natural son susceptibles a desarrollar TEPT.

¿Pero cuáles son las probabilidades de que esto realmente ocurra?

Hay estudios que indican que la gente que desarrolla TEPT después de un desastre no pasa del 10%. O sea, 1 de cada 10 personas, a lo mucho.

Si todavía padeces ansiedad a cuatro días del sismo que azotó a la Ciudad de México no hay nada raro en eso. Mucha gente reporta que todavía se encuentra “al filo de la navaja”. Pero si todavía te sientes acechado por memorias traumáticas o ataques de histeria tres meses después del suceso, entonces hay motivo para consultar a un médico de salud mental.

Uno de los tratamientos más comunes para lidiar con TEPT era un tipo de terapia conocida como debriefing psicológico. Este método era muy popular en los 80 y 90, e incluso fue adoptado por los psicólogos y terapeutas para los sobrevivientes de los ataques del 11-S. La terapia consiste en platicar con alguien sobre la experiencia traumática inmediatamente después del desastre.

A pesar de la aceptación de esta técnica en las últimas tres décadas, a partir del terremoto de 9.0 que diezmó a Japón en 2011, expertos de salud mental recomendaron que no se les aplicara el debriefing psicológico a los sobrevivientes. Al contrario, la comunidad médica dedujo que la mayoría de la gente será capaz de recuperarse sin la necesidad de ayuda profesional.

¿Por qué? Recuerda, solo 1 de cada 10 personas corre el riesgo de padecer TEPT. Ofrecer un debriefing psicológico a todas las víctimas de un desastre sería una pérdida de tiempo y de recursos. Pero más allá de eso, hay evidencias de que la charla psicológica no solo es inútil, también podría incrementar las probabilidades de desarrollar TEPT en aquéllos que son más susceptibles.

Por supuesto, cada persona puede reaccionar distinto al tratamiento. Esto quiere decir que habrán personas que puedan responder favorablemente al tratamiento, pero expertos creen que se trata de la minoría. De la misma manera, hay técnicas similares al debriefing psicológico, como la terapia cognitivo-conductual, la cual requiere más sesiones y se empieza a impartir por lo menos un mes después del evento, lo que facilita la diagnosis de TEPT.

 

 

Via New Scientist.