Irma Galindo, una ambientalista de 36 años, desapareció hace una semana en San Esteban Atatlahuca, en la región Mixteca de Oaxaca.
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En redes sociales comenzó a circular la fotografía de la activista y promotora cultural. La última vez que fue vista fue el 10 de noviembre en el pueblo Ndoyocoyo, del que se retiró a su vivienda en Buena Vista Totoy.
En la Fiscalía General de Justicia del Estado no se ha reportado su desaparición, sin embargo, Irma contó a colegas que talamontes locales la habían agredido cuando denunció la tala clandestina.
Esta queja se realizó ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Oaxaca.
Algunas versiones han declarado que la casa de la activista pudo haber sido incendiada mientras ella almacenaba rollos de cohetes destinados a la próxima celebración de la Vírgen de Guadalupe.
El 27 de octubre, Irma publicó en cuenta de Facebook otra denuncia sobre el hostigamiento y persecución en su contra por parte del presidente municipal de San Esteban Atatlahuca, Heriberto Nicanor Alvarado Galindo y el comisariado, Crescenciano Sandoval Quiroz.
Irma acudió hace un año a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pero no obtuvo respuesta a sus peticiones.
Ese mismo año levantó una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), sin embargo tampoco recibió ninguna atención. Esto sucedió en Tlaxiaco.
