La tragedia de George Floyd, el hombre afroamericano que fue detenido en Mineápolis y murió después de que un policía le puso una rodilla en el cuello durante varios minutos, ha conmocionado al mundo entero. Tras su fallecimiento, varias protestas en Estados Unidos y movimientos como #BlackLivesMatter han levantado la voz. También, uno de los sectores que se ha involucrado en la denuncia de este terrible acontecimiento es el deportivo.
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Una de las acciones más simbólicas que se han presentado en los últimos días durante las protestas por la muerte de George Floyd es arrodillarse. En las manifestaciones, las personas han adoptado este gesto como señal de respeto hacia lo sucedido al hombre afroamericano y, en el deporte, este gesto tiene una profunda resonancia porque recuerda la protesta de Colin Kaepernick en 2016.
El entonces mariscal de campo de los San Francisco 49ers protestó en contra de la brutalidad policiaca y las injusticias raciales arrodillándose (“Taking a Knee“) durante el himno nacional de Estados Unidos que se toca siempre previo a los partidos de la NFL. El gesto fue replicado por varios equipos, pero trajo duras críticas de parte de un amplio sector político, incluyendo, por supuesto, al presidente Donald Trump. De hecho, esta protesta silenciosa, entre otros problemas, le costó la carrera al talentoso quarterback que nunca más volvió a jugar en la NFL.
Uno de los primeros equipos que hizo eco al mostrar su unión en contra de lo sucedido en Estados Unidos fue el Liverpool de Inglaterra, que subió a sus redes sociales una imagen de sus jugadores y staff técnico arrodillados en el círculo central de la cancha del mítico estadio de Anfield, en lo que definió como una “poderosa muestra de apoyo hacia el movimiento #BlackLivesMatter”.
Tras el Liverpool, la acción de arrodillarse también la aplicarían clubes como el Wolverhampton, Newcastle, PSV Eindhoven, Chelsea, Tenerife y Wolverhampton.
Sin embargo, una de las protestas más importantes que se dio en este contexto fue la realizada por el futbolista Marcus Thuram, delantero del Borussia Monchengladbach de Alemania, quien tras anotar un gol el pasado 31 de mayo, ‘festejó’ arrodillándose en un clara muestra de protesta por lo acontecido en Minneapolis. Esta acción ganó aun más fuerza debido a que la Bundesliga es el único torneo, dentro de las ligas top de Europa, que ha reanudado actividades tras la cuarentena: actualmente, al ser la única entre las grandes competencias europeas, es la liga más vista del mundo.
(Foto: Getty)
Ese mismo domingo 31 de mayo, también en Alemania, los jugadores del Borussia Dortmund, Jadon Sancho y Achraf Hakimi, celebraron sus anotaciones mostrando un mensaje claro: “Justice for George Floyd”, el cual también le dio la vuelta al mundo.
Jadon Sancho, jugador del Borussia Dortmund (Foto: Getty)
Más muestras
Las muestras de apoyo y solidaridad en el ámbito deportivo también se han extendido más allá del futbol. En la NBA, uno de los deportes con más jugadores de raza negra, LeBron James ha sido una de las figuras más importantes en protestar contra el racismo desde hace varios años. Sin embargo, la muerte de George Floyd volvió a poner el tema en los ojos del mundo.
El histórico Michael Jordan lazó un comunicado de prensa en el cual aseguró:
“Estoy profundamente entristecido, realmente dolorido y totalmente enojado. Veo y siento el dolor, la indignación y la frustración de todos. Estoy con aquellos que están llamando al arraigado racismo y violencia hacia la gente de color en nuestro país. Ya hemos tenido suficiente“.
Otros deportistas de relevancia internacional como los futbolistas Kylian Mbappé , Alex Morgan y Toni Kroos; los tenistas Roger Federer, Rafael Nadal y Serena Williams; el piloto de la Fórmula Lewis Hamilton; la gimnasta Simone Biles; el arte marcialista Conor McGregor y el jugador de futbol americano Odell Beckham Jr., entre muchísimos más, mandaron un mensaje en relación al acto que sufrió Floyd y los movimientos sociales que resurgieron después de su asesinato.