La decimista Karen García Muñoz se ha propuesto una tarea intrépida en el son jarocho: reinterpretar y adecuar algunas décimas populares para que sobreviva su valor, pero no el machismo que en ocasiones comunican.
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¿Cómo juzgar el arte producido en el pasado que no comulga con nuestros actuales criterios morales? Esta pregunta puede ser particularmente compleja con representaciones artísticas cuya tradición es longeva pero su interpretación es actual.
Tal es el caso del son jarocho. En su larga tradición, muchos de sus versos más famosos tienen siglos de longevidad. Pero en ocasiones reflejan el machismo de la sociedad en que se concibieron.
Ante esta disyuntiva la decimista y escritora Karen García Muñoz se ha propuesto reinterpretar y adecuar algunas famosas décimas que brillan por su ingenio, pero también por su machismo.
En colaboración con Yisel Solange, Esteban Mora y Tania Eluney, la decimista originaria de Tlacotalpan ha reelaborado algunos textos de la siguiente forma. Por ejemplo, los versos que antes rezaban:
“Quisiera tener la dicha,
la dicha que el gallo tiene
que a toda gallina pisa
y a ninguna la mantiene”.
Estos han sido reinterpretados de la siguiente forma:
“Quisiera tener la dicha,
la dicha que el gallo tiene
que toda frontera cruza
y ninguna lo detiene”.
La decimista, quien también pertenece al grupo Corazón de caña, afirma que parte de su labor es dar a conocer la notable participación que han tenido las mujeres en el son jarocho.
“He querido reivindicar a estas grandes mujeres y darlas a conocer para las nuevas generaciones que hoy día no saben quiénes son y que sus formas de vida sustentan una tradición antes socavada y ahora social”.
Karen García Muñoz participó en el programa Contigo a la Distancia del gobierno federal.
