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SALUD

Así fueron las últimas horas del científico que viajó a Suiza para morir

David Goodall, un prestigioso botánico australiano de 104 años de edad, viajó recientemente a Suiza para someterse a un suicidio asistido y ha muerto en completa calma este jueves en una clínica en Basilea, de acuerdo con lo informado por la fundación Eternal Spirit que lo ayudó en el proceso.

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Goodall recibió la muerte en compañía de sus nietos mientras escuchaba la Novena Sinfonía de Beethoven, considerada el himno europeo y un cántico a la libertad. Tras recibir una droga letal con la ayuda de los médicos, la ONG compartió la noticia en un comunicado titulado “El último día del profesor Goodall”.

A través de Twitter, Philip Nitschke director de la fundación escribió que al hombre se le suministró Nembutal, el mismo barbitúrico que acabó con la vida de la actriz estadounidense Marilyn Monroe en 1962.

“Como eligió recibir una inyección letal, el doctor Christian Weber puso una cánula en el brazo de David, quien giró la rueda para que la solución fluyera. David se quedó dormido en pocos minutos y murió poco después alrededor de las 12:30 p.m. del jueves“, precisó la fundación en su comunicado.

Además la fundación escribió que Goodall eligió que su cuerpo sea donado a la medicina, o bien, que si esto no es posible, sus cenizas se esparzan localmente. Tampoco desea tener un funeral ni una ceremonia luctuosa. 

“David no cree en la otra vida”, concluye el comunicado.

Previo a su muerte, Goodall expresó en una conferencia de prensa que esperaba que con su partida, las cosas cambien en su país y que se permita a las personas mayores que decidan cuándo y dónde desean morir.

Hasta el momento de su muerte, Godall no padecía de ninguna enfermedad en fase terminal, pero dijo que su calidad de vida se había deteriorado. 

“No soy feliz. Quiero morirme. No es particularmente triste. Lo triste es que me lo impidan. Mi sentimiento es que una persona mayor como yo debe beneficiarse de sus plenos derechos de ciudadano incluido el derecho al suicidio asistido”,  le dijo a una cadena de televisión Australiana en el día de su cumpleaños 104 a inicios de abril.

El suicidio asistido o la eutanasia es ilegal en la mayoría de los países. En el caso de Australia estaba totalmente prohibido, pero el año pasado el estado de Victoria lo hizo legal. No obstante, la legislación entrará en vigor hasta 2019 y está restringida a pacientes con enfermedades terminales y con una esperanza de vida de menos de seis meses.

En el caso de Suiza, su legislación establece que cualquier persona con buena salud mental que haya expresado su deseo de morir, puede hacerlo mediante la eutanasia y la persona tiene que realizar el último acto. 

El de Goodall no es el primer caso: la fundación Eternal Spirit ha asistido a 40 australianos para morir de esta forma. 

La muerte del científico según Nitschke, ocurrió en el momento preciso en que la pieza de Beethoven terminaba.