El sexo es una actividad que nos ayuda a experimentar placer con nuestra pareja, fortalecer los vínculos afectivos y también explorar nuestro propio cuerpo para conocerlo mejor, ¿pero cuántas veces se recomienda practicarlo por semana?
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Pese a que muchos factores como la edad, el tiempo, la distancia y las rutinas personas afectan en este sentido, un grupo de expertos asegura que es más importante fijarse en la etapa que atraviesa una relación que en cuestiones como cifras exactas de encuentros sexuales.
Esto, contrario a lo que se ha creído, pone a la comunicación y al buen entendimiento entre los involucrados con un mayor peso que las actividades sexuales carentes del respeto e interés mutuo, factores que pronostican un rápido decaimiento en la relación.
Para el sexólogo y antropólogo Carlos Horrillo el saber cuánto sexo con exactitud hay que practicar a la semana es “la pregunta del millón” y una de las dudas que aparecen con más frecuencia entre las sesiones de terapia de pareja, pero también una gran limitante que evita que muchas relaciones sean sanas y crezcan.
“La edad y el tiempo que llevamos emparejados influyen mucho. En una relación larga y sana donde hay amor y conexión lo importante es mantener una sexualidad regular de calidad. No hay que olvidar que el sexo es necesario para estar sanos física y mentalmente, pero no hay que obsesionarse con la cantidad”, mencionó durante una entrevista.
(Imagen de archivo/Pixabay)
Por otra parte cabe citar que aunque algunos estudios refieren que una cifra común es de 54 relaciones sexuales por año, es decir, de una a dos veces por semana, la sexóloga y terapeuta de pareja, Eva Moreno afirma que muchas relaciones en la actualidad recaen en un agobio al tratar de imitar comportamientos y modelos sexuales establecidos, lo que también afecta sus vinculaciones afectivas y aspectos como su autoestima.
¿Mentiras sobre el sexo?
Para ambos especialistas sobre este tema es importante considerar que los estándares impuestos en las relaciones sexo afectiva juegan un papel importante en todas las vinculaciones, ya que es más común de lo que se piensa el mentir sobre la intimidad, el tipo de experiencia que se obtiene, el placer alcanzado y las veces en que se practican las relaciones sexuales por fines egocéntricos o para posicionarse por arriba de otras relaciones cercanas.
“Se habla muy poco de sexo, y cuando se hace no es de una forma sincera”, comenta el sexólogo para añadir que “si fuéramos honestos, esta pregunta no monopolizaría el 80% de las terapias de pareja”.
Además, la cultura del porno y entretenimiento también ha influido negativamente en la forma en que el ser humano se relaciona sexualmente, lo que supone expectativas irreales y no responsables entre dos personas que sostienen un vínculo afectivo y sexual.
“Encuentro en consulta a parejas que creen tener problemas en la cama porque su modelo a seguir es aquello que muestran las películas. Si no alcanzan el orgasmo de forma simultanea piensan que algo va mal, si el tamaño del pene es inferior al de los actores porno que ven creen que tienen un micropene, si las relaciones sexuales nos son tan ‘salvajes’ como las que ven en pantalla sienten que su vida sexual es aburrida…”, explicó.
El hecho de que el sexo tienda a “genitalizarse en un 100% del tiempo” tampoco permite que las personas exploren su sexualidad libremente, pues tienden a olvidarse que este no se limita únicamente a la zona genital ni a la penetración, así como menos aún a la duración del acto.
“Es más recomendable pasar tiempo de calidad con la pareja que de cantidad”, afirman los expertos y, con ellos, Amy Muise, una reconocida psicóloga especializada en relaciones de pareja, explica que para tener una “relación feliz” no es necesario marcar estándares con los que cumplir, sino tener una vida sexual frecuente, colaborativa y sin presiones o tabúes.
Para ella es importante reconocer que el aumento de encuentros sexuales no garantiza el éxito o el fracaso de la relación, mientras Moreno explica que “hay parejas muy felices que tienen relaciones una vez al mes y otras que solo lo son triplicando esa cifra”.
