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¿Cuándo son las elecciones presidenciales de Estados Unidos?

Te decimos cuándo son las elecciones en Estados Unidos y porque ocurren en una fecha tan particular

Todos sabemos que las elecciones presidenciales en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina. Pero no todos saben con precisión la fecha y, mucho menos, la razón detrás del día elegido para los comicios. Te explicamos aquí.

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Las elecciones donde los estadounidenses elegirán un presidente entre Joe Biden y Donald Trump serán el próximo martes 3 de noviembre.

Hay una buena razón detrás de esta fecha que fuera de Estados Unidos podría parecer atípica. En 1845 el Congreso de los Estados Unidos decidió que las elecciones presidenciales ocurrieran el primer martes de noviembre.

Sus razones fueron prácticas: se buscaba que acudiera el mayor número posible de votantes, por lo que se eligió en noviembre, que coincide con el fin de las cosechas y en martes, suponiendo que un viaje en carreta de una granja al centro de votación distrital más cercano podía tomar hasta dos días, pensando que el viaje se emprendiera luego de la misa dominical.

Otra ventaja era el clima: a medio otoño han pasado las peores rachas de calor, pero aún están lejos las heladas que vuelven intransitables muchos caminos. A más de ciento cincuenta años de esa decisión, la costumbre ha perdurado.

Igualmente inamovible es la fecha elegida para la investidura presidencial: llueve, truene o relampaguee, el presidente electo entra en funciones el 20 de enero. El primer presidente que se acopló a esta regla fue Franklin D. Roosevelt en 1933.

Las elecciones en Estados Unidos tienen algunas peculiaridades que podrían impresionara más de uno. A diferencia de las mayoría de las democracias presidenciales donde solo se cuenta la votación directa de la población y se elige a aquel que tenga más votos, en Estados Unidos hay un paso intermedio.

Votantes emitiendo voto anticipado en Estados Unidos. (Imagen: Especial)

Se trata del Colegio Electoral. En rigor, el votante nortemericano no elige directamente al candidato de su elección. Ese es un poder reservado a los así llamados “electores”, quienes conforman el Colegio Electoral; son estos por los que vota el ciudadano común, aun si sus nombres no aparecen en las boletas.

En Estados Unidos hay 538 electores, también llamados “compromisarios”. El candidato elegido es aquel que gana el voto de 270 electores. En las elecciones del primer martes de noviembre, los votantes le dicen a su elector a qué candidato debe elegir. Pero hay un detalle: los votos se deciden a nivel estatal; así, el candidato se lleva el total de compromisarios de cada estado.

Por ejemplo, los 55 electores de California o los 33 de Texas no se pueden dividir entre los dos candidatos. En función de qué candidato es más votado en el estado, este se lleva el total de compromisarios.

De ahí que en Estados Unidos se pueda dar un interesante fenómeno: para los candidatos importa más cómo se distribuye el voto que cuántos ciudadanos votan por ellos. Es perfectamente posible que un candidato gane el voto popular, es decir, la mayoría de los votos, pero pierda la elección. Esto pasó en 2016, cuando Hillary Clinton obtuvo más votos que Donald Trump, pero perdió la elección.

El trámite del Colegio Electoral culmina el primer lunes siguiente al segundo miércoles de diciembre, cuando cada uno de los 538 electores emite oficialmente su voto. Este año ese trámite se cumple el 14 de diciembre.

En esta ocasión se ha agregado un elemento extra a las elecciones: el voto anticipado. Estados Unidos admite el voto anticipado de forma presencial así como la recepción de votos por correo postal. Ambos métodos cobraron una relevancia inusitada ante la pandemia por coronavirus.