En la medida en que vuelven a aumentar los casos de COVID-19 en todo el mundo, médicos y científicos descubren nuevos datos sobre la variante ómicron, incluyendo los efectos que puede provocar en niños. Tal es el caso del crup, una enfermedad que suele ser reconocida por un peculiar ruido que surge de la garganta de niños y bebés.
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Tal vez sea un síntoma nuevo de covid pero es una enfermedad que se ve con frecuencia en pediatría. También conocido como laringotraqueobronquitis, el crup se caracteriza por la inflamación de la garganta, condición que produce la llamada “tos de perro”, que interfiere con la respiración del pequeño paciente.
Aquellos que tienden a manifestar crup son niños que tienen entre 6 meses y 3 años de edad. “Las vías respiratorias de los niños pequeños son tan estrechas que se necesita mucha menos inflamación para obstruirlas”, dijo el doctor Buddy Creech, experto en enfermedades infecciosas pediátricas a NBC News.
El crup es una infección que tiende a ser detonada por un virus, solo que esta vez se trata del mismo coronavirus que provoca el COVID-19, un detalle que pone nervioso a muchos padres de familia.
El vínculo con ómicron
Tal como se ha evidenciado en estudios recientes, la variante ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 suele atacar las vías respiratorias superiores, a diferencia de las variantes anteriores como delta, las cuales podían llegar a los pulmones. Por este motivo se han detectado más síntomas propios del resfriado común, como la tos, estornudos o el dolor de garganta.
En semanas recientes también se ha detectado crup en menores que han dado positivo a pruebas de covid. “Lo que estamos viendo con ómicron es que el virus se asienta más en las vías respiratorias superiores […] causando síntomas parecidos a los del resfriado y, anecdóticamente, más crup asociado con éste”, dijo el doctor James Antoon, pediatra de un hospital infantil en la Universidad de Vanderbilt.
El crup, por lo general, no es una enfermedad de gravedad y tiende a ser tratada con una dosis única de esteroides orales. Otra ventaja es que en pediatría cuentan con décadas de experiencia en el tratamiento de enfermedades respiratorias como crup. Para muchos doctores, es mejor lidiar con un aumento de casos a tener que enfrentar lo desconocido.
“Como pediatras, ver a más niños con crup y bronquiolitis es extrañamente tranquilizador”, dijo Amy Edwards, una pediatra de Cleveland, “porque hemos estado lidiando con esas afecciones durante toda nuestra carrera”.
El crup puede ser “aterrador de escuchar, pero no significa que haya ningún problema con los pulmones”, añadió. “El tratamiento principal es mantener abiertas y despejadas las vías respiratorias superiores hasta que desaparezca la inflamación”.
