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SALUD

El coronavirus puede destruir la placenta y causar muerte fetal: Estudio

  • En los 68 casos analizados, las mujeres afectadas no estaban vacunadas
  • Los científicos calificaron como “aterradores” los casos analizados

Un estudio que involucró a investigadores de doce países reveló que el coronavirus puede infectar y destruir la placenta de mujeres embarazadas contagiadas con covid. Además, se demostró que el virus puede provocar muerte fetal.

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Los investigadores analizaron las placentas y los tejidos de 64 fetos fallecidos por covid, así como de 4 bebés que fallecieron a los pocos días de haber nacido. En todos los casos, las madres no estaban vacunadas al momento de contagiarse de covid.

En los 68 casos analizados se presentó una dramática inflamación de la placenta. Además, en 25 casos se detectaron casos de trombosis.

“Las anomalías patológicas que componen la placentitis por SARS-CoV-2 causan una destrucción placentaria grave y generalizada que da como resultado una mala perfusión e insuficiencia placentaria”, se lee en el estudio.

En todos los casos, las madres no se habían vacunado. (Fuente: EFE)

David Schwartz, autor principal del estudio publicado en Archives of Pathology & Laboratory Medicine, señaló a la agencia AP que en muchos casos, las placentas estaban casi completamente destruidas por la infección.

“En muchos de estos casos más del 90% de la placenta estaba destruida. Es muy aterrador”, declaró.

Los investigadores señalaron que en una placenta sana los tejidos son rojizos y tienen una textura esponjosa. Sin embargo, las placentas estudiadas eran rígidas, con tejidos duros y presentaban manchas oscuras que denotaban la presencia de tejido muerto.

Los resultados de este estudio coinciden con otras investigaciones que han abordado el daño que causa la covid en embarazos. En enero del 2022, también en Archives of Pathology & Laboratory Medicine, se publicó un estudio de científicos irlandeses que analizó casos de placentitis provocados por covid.

En aquel estudio se encontró que la variante alfa del virus habría resultado ser más agresiva que el virus original, capaz de provocar “una enfermedad placentaria rápidamente progresiva”.