En tiempos de covid, el uso de cubrebocas se ha vuelto casi obligatorio; sin embargo, en Texas, a una pareja se le pidió salir de un restaurante debido a que estaban usando cubrebocas. Esta es la historia.
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Natalie Wester y José López-Guerrero son una pareja que hace cuatro meses se convirtieron en padres de un bebé inmunodeprimido debido a su fibrosis quística. Por esta razón, sus salidas se han limitado, para no poner en riesgo al pequeño, pero hace unos días tuvieron la oportunidad de ir con unos amigos a un restaurante, dejando al bebé bajó el cuidado de su abuela.
Natalie y José aseguran que, por los cuidados de su hijo, usan cubrebocas todo el tiempo posible, excepto cuando ingieren alimentos, pero en el restaurante Hang Time Sports Grill & Bar, en Dallas, les pidieron quitarse la mascarilla debido a sus políticas.
“Aproximadamente a los 30 minutos, nuestra mesera se acerca y me dice: ‘Oye, nuestro gerente está allí en la cocina y no es tan amable como yo, así que vine aquí para hablar contigo y, lamentablemente, esto es una cuestión política, pero nuestro gerente no cree en la mascarilla. Está cansado de que los políticos le digan qué hacer, por lo que tendrás que quitártela'”, contó Wester para CNN.
Tras la solicitud de quitarse el cubrebocas, Natalie aseguró que trató de explicarle a la mesera que ya habían pedido sus alimentos y que su hijo tenía fibrosis quística, por lo que no se sentían cómodos quitándose el cubrebocas, pero la empleada no accedió y dijo que entonces tendría que cerrar su cuenta.
Finalmente la pareja decidió irse del lugar, pues no querían hacer un show ni irse enojados. Pagaron y se retiraron.
“No creo que la forma en que él [el gerente] maneja su negocio sea muy profesional y tampoco hospitalaria”, dijo la mujer, quien también aseguró que esta experiencia les hizo sentir que no vale la pena volver a salir durante la pandemia, al menos en Texas.
Respecto a lo acontecido, el gerente, que responde al nombre de Tom, señaló: “gasté todo mi dinero, puse sangre, sudor y lágrimas en este negocio y no quiero mascarillas aquí”.
Natalie Wester aseguró que no pretenden emprender acciones legales y que el objetivo de compartir lo sucedido es que el dueño revise las políticas de su restaurante y que la gente considere “a quien le está dando su dinero”.
