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FAMILIA

“Somos humanos, no superheroes”: infectólogo habla sobre su experiencia con el COVID-19

La salud del personal clínico de todos los hospitales del mundo es fundamental para combatir esta pandemia.

Un infectólogo en Barcelona contrajo coronavirus luego de atender a pacientes enfermos; en una entrevista habló sobre su experiencia con este malestar.

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Su nombre es Boris Revollo,  itrabaja como  infectólogo en Barcelona y cayó enfermo con tos y fiebre al estar en contacto con personas contagiadas de COVID-19.

En una entrevista para El Espectador habló sobre su experiencia al contraer esta enfermedad y cómo es el panorama en  el que el personal médico comienza a enfermarse en plena pandemia.

De Bolivia a España

Boris nació en Bolivia y se mudó a España después de estudiar medicina y perfilarse hacia ser un experto internista con especialidad en enfermedades infecciosas.

Tiene un doctorado en virología y ha trabajado de cerca contra el VIH y el Virus del Papiloma Humano.

En febrero de 2020 se sumó a formar parte del equipo médico que combate al coronavirus en el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Barcelona y, pese a tener todos los cuidados, se contagió.

Primero notó que una tos ligera afectaba su salud, pero atribuyó esta al estrés y al cansancio. Más tarde tuvo fiebre y al acudir al hospital vio que sus sospechas se confirmaban: el COVID-19 había entrado a su cuerpo y se reproducía a una velocidad sin precedentes.

Coronavirus en España desde los ojos de un médico

Cuando en su hospital comenzaron a tener casos positivos de coronavirus, Boris recuerda que “en ese momento hicimos una unidad donde se aislaban los pacientes para observación. Hicimos dos grupos de infectólogos que trabajábamos un día sí y uno no para atender a estos pacientes. Eran turnos de 14 horas. Hacíamos guardia cada cierto tiempo para atender durante la noche y siempre en contacto con un intensivista y neumólogos que le daban soporte ventilatorio a los pacientes. Los pacientes que están normalmente bien, de repente tienen deterioro respiratorio en pocas horas y requieren un ventilador.”

De acuerdo a sus declaraciones, “en España cerca de 14 % de pacientes son personal sanitario. Hay cinco médicos y una enfermera que murieron. Estos datos son totalmente alarmantes”.

El número de decesos que esta nación alcanza rebasó las cifras de China, donde surgió la enfermedad, y a pesar de que según Boris “al principio pretendimos tratar a los pacientes con los estánderes europeos, los niveles de contagio son en extremos altos”, incluso teniendo las medidas preventivas a la orden.

“Cada vez que entrábamos a ver un paciente desechábamos luego la bata, la máscara y los lentes” afirmó.

La salud de los médicos y especialistas también importa

Cuando el número de contagios incrementó en España, los hospitales comenzaron a recibir oleadas de pacientes que desarrollaban síntomas crónicos entre 5 y 15 días.

No era posible predecir quienes tendrían un colapso mayor que otros ni evitar que el virus saliera del hospital al incrustarse en médicos, enfermeras y otro personal del lugar.

“Creo que es mejor pensar en buena protección para el personal de salud y hacer pruebas de PCR al menos una vez a la semana. En el momento actual se están cometiendo muchos errores; en Italia están llamando a médicos jubilados. Es un error grandísimo. Es una población de mucho riesgo. No puedes hacer esto” explicó este infectólogo al respecto.

Boris tiene dos hijos y no puede mantener contacto con ellos ni ver a su familia a cambio de protegerlos. Sobre el temor a ser infectado menciona que es una situación dura porque el nivel de riesgo que alcanza el COVID-19 es altísimo, sin mencionar la dureza que tiene el morir aislado de la gente que un ama, pues una vez internado, el paciente de coronavirus deberá estar lejos de cualquier tipo de contacto.

“Tuve que hablar con una señora que moría y decirle que le daría algo para sedarla. Ella comprendió y tuve que coger el teléfono para que pudiera llamar a sus familiares… Esas escenas de muerte en la soledad son duras, eres una persona, no un superhéroe, somos humanos, y te da miedo morir sin ver a las personas que quieres”.

… Pero no todo está perdido

Ante el oscuro panorama, Boris afirma que dar una predicción acertada es arriesgado, sin embargo la caída de la curva de contagios es un motivo de alegría para el personal de la salud.

En algunas partes de España, como Cataluña, los contagios se redujeron alrededor de 60 casos, lo cual se logró gracias a que la población acató las medidas de prevención emitidas por las autoridades.

“No sé que va a pasar. Si seguimos con esta tendencia en 10 días dejaremos de sentir el congestionamiento de hospitales y quizás se retiren restricciones severas y se vayan relajando. Honestamente es difícil predecir”, dijo Revollo.

La clave para enfrentar la pandemia

“No le conviene a ningún sistema perder a su personal de salud en estas circunstancias”.

Boris, basándose en la experiencia de lo que vivió en España y teniendo el recuerdo de Bolivia sobre el hombro, menciona que hay tres puntos viales para afrontar la pandemia:

  1. Preparar los centros hospitalarios para atender el flujo masivo y evitar el contagio de personal sanitario.
  2. Explicar a la gente la importancia de seguir las medidas de prevención como el aislamiento social y la contingencia. “Este es un virus altamente contagioso. Si las personas no se quedan en casa el virus sigue circulando, y si sigue circulando tendrás saturación del sistema”
  3. Desarrollar estrategias de control de la replicación viral a nivel comunitario, medida en la que se investigan ensayos clínicos.

Para colegas de todo el mundo extendió la invitación a “luchar para poder protegerse”, pues asegura que ese es uno de los principales puntos  de esta crisis.