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CRIMEN Y SEGURIDAD

Conoce la nueva modalidad de fraude que usan los estafadores por teléfono

En México ya se conocen algunas de las modalidades empleadas por extorsionistas y chantajistas para cometer todo tipo de fraudes por teléfono. Hagamos un breve repaso de las más conocidas:

  • Secuestro virtual. Una persona se hace pasar por un familiar cercano y dice que ha sido secuestrado. Aprovechando tu confusión y pánico, los falsos secuestradores exigen una cantidad, lugar y cómo debes depositar el monto del rescate.
  • Phishing. Te llaman al principio para extraer información personal a través de una encuesta aparentemente inofensiva o un cuestionario de una institución bancaria. Tu nombre, tu dirección, el nombre de algún familiar, etc. Luego usan esta información para cometer fraude por robo de identidad o extorsionarte directamente.

En la primera técnica, el criminal busca que tomes una decisión impulsiva, por lo que el extorsionista debe saber cómo recurrir a medidas para provocar miedo, confusión y lo necesario para que no tengas tiempo de razonar la situación. La segunda técnica es más mesurada ya que solo requieren información personal. Aún así, deben hacer uso de su astucia para que sueltes datos confidenciales como el NIP de tu tarjeta.

La nueva modalidad, sin embargo, es tan sencilla que debería alertarnos por todas las veces que hemos contestado el teléfono de tal manera sin darnos cuenta. Ahora el extorsionista solo quiere tu voz y que digas ciertas palabras como “Si”, “de acuerdo”, “ok”, “muy bien”, o cualquier otra frase que indique una afirmación. Para este fin, lo más común es que al contestar una llamada de chantaje lo primero que escuches sea un “¿Si me oyes?”. Si dices que “si”, ya te pescaron.

El fraude va de dos formas.

En la primera, el criminal puede usar tu voz pre-grabada para autorizar transferencias bancarias, compras por teléfono o cargos no deseados en una factura. Así de fácil. Todo lo que necesita es un “Si” de tu parte y eso ya cuenta como una firma de voz en un contrato verbal.

En la segunda, tiempo después de que alguien haya grabado tu voz, puedes recibir una llamada de parte de alguna empresa falsa de cobranza o un abogado exigiendo un pago por algún monto que supuestamente debes. Como prueba, te pondrán la grabación de una conversación, con tus respuestas pregrabadas insertadas en la plática por medio de una edición de audio.

Este tipo de fraude se popularizó en Estados Unidos, y dado el éxito que los chantajistas han tenido con esta técnica, se ha propagado a distintas partes del mundo. Claro, un terreno tan fértil como México para la extorsión telefónica no es la excepción.

¿Cómo evitar caer en la trampa?

Fácil. Si no reconoces el número, no contestes. Si es un número “privado”, no contestes.

Si estás esperando la llamada de un número desconocido (por ejemplo, del técnico que viene a arreglar tu servicio de internet o de alguien que te compró un producto por internet), entonces ten mucho cuidado y piensa en tu respuesta antes de responder.

Si te preguntan “¿Me oyes?”, no respondas impulsivamente. Detente y piensa. “¿A quién busca?” es una respuesta apropiada. Si te preguntan, “¿Hablo con el dueño de la casa?”, puedes responder, “¿En qué le puedo ayudar?” Nunca digas tu nombre, nunca compartas información personal.

En caso ser víctima de extorsión telefónica, cuelga el teléfono, llama a la policía y haz la denuncia.