El fraude con tarjetas de crédito o débito en México se incrementó durante 2017 hasta en 30 por ciento. De acuerdo con Mario Di Costanzo, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), señaló que “por comercio electrónico, las reclamaciones de enero a septiembre fueron del orden de los 2,600 millones de pesos; si sumamos comercio electrónico, terminales de puntos venta, cajeros automáticos, por ejemplo, las pérdidas pueden superar incluso los 10 mil millones de pesos”.
Datos de la propia Condusef establecen que más del 70 por ciento de las reclamaciones que recibió de enero a septiembre de 2017 la banca mexicana, es decir, más de 4.8 millones de denuncias, estuvieron relacionadas con operaciones de presunto fraude en tarjetas de crédito o débito.
Mario Di Costanzo explicó que se le llama fraude “al robo o extravío de la tarjeta, a la clonación del a banda magnética, al robo de identidad en su versión tradicional o en su versión cibernética”.
En la actualidad, hay varias modalidades que usan los delincuentes para realizar fraudes con tarjetas de crédito o débito. Di Costanzo detalló que “en una tarjeta de crédito o débito, si es, por ejemplo, en una terminal punto de venta, se ha recurrido, por parte de la delincuencia, a tener los famosos skimmer, que son dispositivos que leen los datos del usuario de la banda magnética; estos datos son guardados y son puestos en tarjetas llamadas paloma, que son tarjetas vacías con una banda magnética que le cargan los datos de la persona y con eso hacen operaciones”.
También se realizan fraudes con “correos electrónicos que a veces nos llegan; por ejemplo, dicen que dejaste abierta tu cuenta de internet y que, para entrar o para cerrar tu cuenta, tienes que entrar a una liga que te mandan en el correo electrónico y es una liga falsa que aparenta ser la carátula de la página de internet de tu banco y, entonces, el delincuente comienza a solicitarte información”.
Mario Di Costanzo también pidió tener cuidado con las llamadas telefónicas, porque “te dicen que te están haciendo un cargo en un almacén o que en este momento están haciendo un cargo a tu tarjeta; entonces tú dices que obviamente no reconoces ese cargo. Si es por mensaje a tu celular, si no estás de acuerdo y contestas no, inmediatamente por mensaje te mandan a una liga con tu teléfono y, en esa liga, que aparenta ser la página de un banco, te empiezan a solicitar información”.
Los fraudes con tarjetas de crédito o débito que son más utilizados por los ciberdelincuentes son en el llamado comercio electrónico, “pues tiene la peculiaridad de que no requieres tener el plástico a la vista, son operaciones precisamente tú haces sin tener la presencia física del plástico. Por lo regular te piden el número de tarjeta; los códigos de seguridad de atrás y algún NIP que el delincuente obtuvo previamente”, explicó el presidente de la Condusef.
De esta última modalidad de fraude, según la Condusef, se han registrado más de 2.5 millones de reclamaciones en nueve meses. Este modus operandi ha tenido un crecimiento de hasta 106 por ciento en los últimos años.
Di Costanzo detalló que no solamente “se generan consumos no reconocidos ya sea en tarjeta de crédito o de débito, sino que, pues, a veces, sales hasta endeudado, porque ya te contrataron un crédito o te hicieron una disposición de efectivo de tu tarjeta de crédito; entonces, no solamente te roban, sino que te quedas endeudado”.
Para prevenir los fraudes con tarjetas de débito o crédito, la Condusef recomienda:
- Nunca realizar operaciones de comercio electrónico o de banca por internet en computadoras públicas
Nunca aceptar ayuda de un extraño en un cajero automático
Tener presente que las instituciones bancarias o financieras nunca pedirán por correo o por teléfono los datos que aparecen al reverso de la tarjeta
No perder de vista la tarjeta cuando realice un pago
No proporcionar claves, NIP o ningún otro dato de su plástico
En caso de haber sido víctima de un fraude, inmediatamente hable a su banco, repórtelo y, de ser posible, acuda a la Condusef.
(Con información de Bogdán Castillo)
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