Todo aficionado a los tacos que se respete sabe que el secreto de un buen taco está en la salsa. Sin embargo, muy pocos conocen el verdadero secreto detrás de una de las salsas más populares en todas las taquerías de México: la salsa de guacamole. En efecto, esta popular salsa de color verde chillón en realidad no lleva nada de aguacate y su secreto está, más bien, en el uso de calabaza en su preparación.
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Las salsas en la comida mexicana son tan variadas como los sabores. Hay quienes prefieren la salsa verde y otros que prefieren la roja (ahí está la milenaria disputa sobre los mejores chilaquiles). Pero no hay nadie al que no le guste una buena salsa con aguacate… o que aparenta tener aguacate. En realidad, la diferencia no es mucha porque, la gran mayoría de nosotros, ha vivido su vida taquera comiendo en toda clase de puestos y locales y pensando que la salsa de guacamole estaba hecha con verdaderos aguacates.
En realidad, todo esto tiene sentido: con el precio actual del aguacate, saldría más cara la salsa que el taco. En todo caso, para revelar el misterio detrás de la salsa de guacamole que se sirve en toda clase de taquerías, desde la bicicleta de tacos sudados hasta el suadero, pasando por las carnitas y la cabeza, te dejamos una receta para que tú mismo la prepares. Por supuesto, la ventaja que tiene la calabaza sobre el aguacate está en el mencionado precio y en que no se oxida con la misma rapidez.
¿Estás listo para preparar tu propio falso guacamole?
Ingredientes:
1 calabaza
1 cebolla de cambray con todo y tallo
2 dientes de ajo
2 chiles jalapeños
3 tomates verdes
½ taza de aceite vegetal
¼ de taza de cilantro
sal al gusto
Preparación:
Hierve agua en una olla. Una vez que esté hirviendo, pon la calabaza a cocer partida en cubos junto a los tomates verdes.
Cocina durante 5 minutos a fuego algo sin que deje de burbujear y luego tira el agua colándola y guardando los vegetales.
Calienta una sartén y pon la media taza de aceite vegetal. Una vez que esté caliente el aceite, añade los chiles jalapeños cortados a la mitad y fríelos muy bien. Cuando estén bien fritos, retira del fuego el sartén y guarda el aceite y los chiles.
Mete las calabazas y los tomates cocidos, junto a los dos dientes de ajo, el cilantro, la sal, la cebolla, los chiles jalapeños fritos y el aceite sobrante a la licuadora. Recuerda dejar enfriar el aceite para no dañar tu licuadora y evitar desafortunados accidentes. Licúa durante dos minutos.
¡Tu salsa de falso guacamole taquera está lista para disfrutarse!
Con información de Food and Wine
