Un niño chileno, pidió como regalo de Navidad que su padre obtuviera tres días de libertad para poder irse con él de campamento; su deseo se cumplió.
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Fernando, quien vive en la localidad chilena de Monte Águila, escribió una carta y la envió al Juzgado de Letras y Garantía de Cabrero, al sur de ese país, pidiendo que su papá pudiera salir de la reclusión domiciliaria nocturna a la que fue sometido por manejar en estado de ebriedad.
En la misiva, que venía adornada con dibujos navideños, el menor explicaba que el único regalo que deseaba para la época navideña era poder acampar con su papá por tres días, además de informar que concluyó el año escolar con un promedio de 6.3 (en Chile la calificación máxima es 7).
(Imagen tomada de twitter.com/PJudicialChile)
El padre de Fernando cumple dos condenas de arresto domiciliario (por 540 y 61 días), controladas por medio de una tobillera electrónica.
Al leer la carta, el juez Eduardo Fritz se sintió conmovido y accedió a revisar jurídicamente los antecedentes del padre:
Como buen abogado, el pequeño fundamentaba su petición en que no había pedido regalos en estas fiestas y que había pasado a quinto básico con un promedio 6.3. Nos pareció que tenía antecedentes suficientes y que era un gesto muy noble de su parte”
… comentó el juez, quien agregó que los factores que contribuyeron para que hiciera una concesión especial al condenado, fue el cumplimiento ejemplar de su sentencia y la baja gravedad del delito.
Consideramos que el delito es manejo en estado de ebriedad sin lesiones, ni daños, pesquisado en control policial; también que Fernando (padre) se presentó siempre a todos los actos del procedimiento, sin que hayamos tenido que despachar una orden de aprehensión y que nunca ha tenido incumplimientos en esta pena sustitutiva.
Los jueces siempre debemos aplicar el criterio. Hay que darle espíritu a la ley. Qué mejor manera de hacer esto que en estos casos excepcionales, aunque hay que aclarar que no se le eliminan tres días de condena, solo se le postergan para el final”.
Finalmente, en una audiencia celebrada el 22 de diciembre, el pequeño Fernando recibió una carta con el dictamen a su petición.
(Imagen tomada de twitter.com/PJudicialChile)
Al enterarse que había logrado su objetivo, Fernando declaró:
Yo sentía pena por mi papá porque no podía hacer nada; no podía salir y se me ocurrió esta idea. Le insistí a mi mami para que me apoyara y viniéramos a dejar la carta. Le agradezco al juez porque ahora podremos salir a acampar a Campanario, cerca de un río (…) Voy a dar una sorpresa a mi papá, le entregaré la carta y le diré que no cometa nuevos errores”
(Imagen tomada de twitter.com/PJudicialChile)
