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SALUD

¿Cómo redujo Nueva Zelanda sus contagios por coronavirus y qué papel jugó Jacinda Ardern?

Nueva Zelanda logró reducir el número de contagios por coronavirus y poco a poco saldrá del confinamiento social.

Nueva Zelanda llamó la atención del mundo cuando su primera ministra, Jacinda Ardern anunció que habían vencido al coronavirus, ¿pero qué significa esto en realidad?

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A finales de abril, Nueva Zelanda dio una noticia que le devolvió la esperanza al mundo, pues en cuestión de semanas registró mínimas infecciones diarias por COVID-19.

Tampoco registró transmisiones comunitarias generalizadas, por lo que el país poco a poco comenzará a dejar atrás uno de los confinamientos más estrictos del mundo, según lo indica la BBC.

¿Cómo logró Nueva Zelanda frenar la propagación del coronavirus?

A diferencia de otros países que buscaron “frenar la curva de contagio de COVID-19”, Nueva Zelanda puso en vigor la estrategia de “eliminación de la curva” de forma estricta, deteniendo las actividades comerciales y poniendo a sus habitantes en una contingencia severa.

Con tan solo 19 muertes por esta enfermedad y un bajísimo número de contagios al día, esta nación acató al pie de la letra las medidas de prevención como el confinamiento de 14 días de cuarentena a todos los viajeros que llegaban al país ya fuera por avión o crucero.

Amplió las restricciones fronterizas y. el 19 de marzo. estas se cerraron por completo. Después creó cuatro niveles de alerta para enfrentar la pandemia y cerró espacios públicos que reunieran a más de 100 personas.

Tanto la población de adultos mayores como aquellas personas inmunodeprimidas se quedaron en casa y evitaron exponerse a zonas de contagio, provocando que del 23 de marzo al 27 de abril se mantuviera una cuarentena obligatoria. Nueva Zelanda había llegado a los 100 casos de COVID-19 para entonces.

Con 4,8 millones de habitantes en cuarentena, el país acató las peticiones de su primera ministra y se mantuvo en casa para salir solamente por víveres, medicinas y revisiones médicas.

El ejercicio al aíre libre, así como el tiempo de esparcimiento era posible siempre y cuando se respetara una distancia mínima alrededor de casa y, tanto escuelas como comercios que no fueran de víveres o farmacias, al quedaron cerrados para frenar la propagación del coronavirus.

Aunque para la parte económica esto significó una importante decisión, a futuro se logró el objetivo de poner en marcha a Nueva Zelanda, aunque fuera de forma paulatina.

Burbuja de contactos

Gracias a estas normas, cuando surgieron nuevos casos de contagio, los médicos y personal de la salud pudieron determinar de forma precisa el origen del brote y brindar atención médica a los pacientes.

El contacto social se redujo al mínimo y los nuevozelandeses tuvieron que interactuar solamente con las personas con quienes compartieron domicilio durante el aislamiento.

Pese a que el confinamiento fue difícil, y como en otros países, comenzaron a manifestarse muestras de fastidio al no poder llevar las actividades cotidianas con ‘normalidad’, el esfuerzo de los neozelandeses cosechó frutos y permitió que esta nación volviera a salir a las calles para retomar la libertad que creía perdida.

El importante papel de Jacinda Ardern

Además de las ventajas geográficas de Nueva Zelanda, este país cuenta con puntos a su favor como el de tener una población pequeña, una economía sólida y tener al frente de su gobierno a una mujer como Jade Ardern.

La primera ministro nuevazelandesa logró una química importante con su población, pues al estar en un contacto cercano con ella y brindarles un bienestar mental a los habitantes de la región, hizo posible que se acataran sus propuestas a la brevedad.

Su comunicación fue profesional, pero no por ello lejana a la realidad de miles de personas, quienes vieron en ella a una mandataria que les hablaba con claridad y empatía.

Analistas han dicho que el país tiene un sistema de rastreo de contactos de riesgo de contagio débil, el cual es esencial para contener el virus bajo control, como lo menciona la BBc, y aunque Ardern ha recibido críticas por parte de algunos periodistas, la gran mayoría de medios de comunicación e incluso de sus opositores, reconoce su labor al frente de Nueva Zelanda.