Inicio  /  Historias
SALUD

¿Cómo llega el COVID-19 al cerebro y cuáles son sus consecuencias?

La mucosa olfativa sería un puerto de entrada del COVID-19 al cerebro.

Pese a que este 8 de diciembre de 2020 se registró a la primera persona que recibió la vacuna contra el COVID-19 en Reino Unido, esto no significa que todo sobre la enfermedad ya esté dicho; en realidad diversos estudios del coronavirus siguen apareciendo y uno nuevo señala cómo es que este virus llega al cerebro y los daños que causa en las personas. 

Te recomendamos: México iniciaría vacunación contra COVID-19 en CDMX y Coahuila en tercera semana de diciembre

De acuerdo a una investigación realizada por un grupo de científicos de la Charité-Universitätsmedizin Berlin, de Alemania, que estudió cómo es que el COVID-19 llega al cerebro, esta señala que es a través de las células nervosas de la mucosa olfativa.

Para este estudio, los científicos analizaron muestras de la mucosa olfativa y de cuatro regiones cerebrales diferentes de 33 pacientes (con promedio de edad de 72 años) que fallecieron después de padecer COVID-19, mismas que arrojaron evidencia de que el virus se encontró en en diferentes estructuras neuroanatómicas que conectan los ojos, boca, nariz y el tronco cerebral. La mucosa olfativa fue la que más carga viral tenía.

“Estos datos apoyan la noción de que el SARS-CoV-2 es capaz de utilizar la mucosa olfativa como un puerto de entrada al cerebro”, dijo el doctor Frank Heppner, director del departamento de neuropatología de la universidad.

Por su parte, la doctora Helena Radbruch señala que el virus podría moverse de una célula nerviosa a otra para llegar al cerebro, aunque no descarta que el coronavirus se transporte a través de los vasos sanguíneos, pues “se encontró evidencia del virus en las paredes de los vasos sanguíneos del cerebro”.

“La presencia de SARS-CoV-2 en las células nerviosas de la mucosa olfativa proporciona una buena explicación de los síntomas neurológicos que se encuentran en los pacientes con COVID-19 , como la pérdida del sentido del olfato o del gusto”, subrayó Heppner.

Pese a los resultados encontrados, el director del departamento de neuropatología señalo que estos estudios se realizaron en un grupo de pacientes graves, por lo que “no necesariamente posible transferir los resultados a casos con enfermedad leve o moderada”.

Con información de Charité-Universitätsmedizin Berlin