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HISTORIA

Hallan representación de Jesucristo sin barba y con pelo rizado en Israel

Al sur de Israel, en una antigua estructura religiosa, hallaron pigmentos que revelan cómo pudo haber sido Jesucristo físicamente.

Completamente afeitado, con el cabello rizado y con nariz larga: así fue representado Jesucristo en los muros de un antiguo templo hallado originalmente en la década de los veinte al sur de Israel.

A pesar de haber sido hallada hace casi un siglo, la pared y sus pigmentos habían quedado tan descoloridos por los elementos, que los arqueólogos de ese momento no le dieron gran importancia.

Ellos sabían que se trataba de una estructura religiosa antigua y que en sus paredes se había representado a Jesucristo, pero era tan difícil verlo, que acabó siendo ignorada.

No obstante, un estudio reciente descubrió más misterios del cristianismo temprano en Medio Oriente.

La mayoría de nosotros tenemos una imagen más “occidental” de Jesucristo: de piel blanca, ojos claros, cabello castaño y lacio, y una tupida barba, pero en los primeros siglos del cristianismo, a esta figura religiosa se le retrató de una forma diferente.

Prueba de ello es el Cristo que fue ilustrado en un muro con recubrimiento de yeso que, tras pasar varios siglos siendo blanqueado por el sol, se volvió casi invisible

En el antiguo templo en Israel, la arqueóloga de la Universidad de Haifa, Emma Maayan-Fanar, dijo que “estuvo en el momento y el lugar adecuado”, ya que gracias al ángulo de luz que entró por los muros de este recinto, pudo reconocer el rostro de Jesús en su bautismo.

Esta representación deja ver el rostro que, por cientos de siglos, estuvo oculto (Dror Maayan).

A pesar de lo descolorido y difuso de las líneas dibujadas sobre el yeso, la especialista logró distinguir los ojos de Jesucristo, así como su rostro, cabello y parte de sus facciones.

Los arqueólogos creen que este Cristo no está solo, ya que rastros de pigmentos que hay alrededor suyo, sugieren la presencia de otras figuras religiosas.

Muy cerca, dentro del mismo recinto, se encontró otra representación de Jesucristo en la que aparece mucho más viejo; desgraciadamente, los estragos de los elementos fueron más severos con esta obra, por lo que ni los especialistas en arte más capaces han podido discernir la gran parte de sus facciones.

Ambos hallazgos se dieron en la antigua ciudad de Shivta, en una zona donde las representaciones de figuras del cristianismo son muy escasas.