Puede parecer una pregunta ociosa, pero en realidad el pan es uno de los elementos más usuales en todas las cocinas del mundo y hay formas comprobadas para mantenerlo fresco.
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Todo cambia, por supuesto, según el tipo de pan que tengas. Hay panes que se van a echar a perder más rápido que otros. Como ya lo habrás notado, el pan de caja dura más tiempo fresco y le sale moho antes de hacerse duro y el pan artesanal se hace duro como piedra antes de desarrollar moho.
De cualquier forma, independientemente del pan que tengas, estos son algunos prácticos consejos generales para mantenerlo fresco más tiempo y guardarlo adecuadamente.
Nunca lo guardes en el refrigerador
Al guardar el pan en el refrigerador, en vez de impedir que se eche a perder, aceleras el proceso que lo arruina. Por eso, nunca debes guardar el pan en el refrigerador.
Guárdalo a temperatura ambiente
La mejor manera de mantener el pan fresco por el mayor tiempo posible es manteniéndolo a temperatura ambiente. Para que dure más tiempo conservado, debes guardarlo en una bolsa de plástico y mantenerlo en un lugar fresco en el que no le pegue la luz del sol y en donde no haya cambios de temperatura. Por eso, no deberías dejarlo nunca junto a una ventana.
El pan a temperatura ambiente se va a mantener, en promedio, de dos a tres días en condiciones ideales. Después de ese tiempo, empezará a perder su consistencia y textura.
Congela el pan que no te vayas a comer
Si compras una hogaza de buen pan para una comida o una cena, pero sabes que no te la vas a acabar, la mejor opción es congelar el pan que sabes que te va a sobrar. Lo ideal es que separes el pan que no te vayas a comer y lo congeles lo antes posible. Así, detienes el proceso de pérdida de agua del pan y puedes descongelarlo para, posteriormente, tenerlo fresco.
Para congelar el pan, lo mejor es guardarlo en una bolsa de plástico y quitarle todo el aire. Así congelado, el pan puede durar hasta tres meses sin perder nada de su consistencia y su textura original.
Decongélalo correctamente
Para descongelar el pan sin que pierda su textura debes, primero que nada, sacarlo de la bolsa de plástico en la que lo guardaste. Después, déjalo descongelar a temperatura ambiente.
Una vez que esté completamente descongelado, mételo al horno por 15 minutos para que recupere la consistencia crujiente de la costra y una suavidad tibia en el centro.
