Mikhail Vasilyevich Kolybelkin es un cirujano que se especializa en cirugía maxilofacial, es decir, arregla las sonrisas de niños que nacieron con defectos como labio leporino o paladar hendido. Él vive en Siberia, pero cuando se va de vacaciones, viaja a países en vías de desarrollo para realizar decenas de operaciones gratuitas entre los más necesitados.
Por su dedicación altruista, el doctor Kolybelkin fue reconocido en Rusia como “Médico del año 2018”. ¿Y cómo descubrió este hombre su vocación?
El dentista cuenta que si no hubiera reprobado unas pruebas de admisión en su adolescencia, hubiera seguido los pasos de su padre y abuelo en los servicios ferroviarios. En su lugar, Kolybelkin ingresó al servicio militar. Una vez cumplido el tiempo reglamentario, un joven Kolybelkin fue convencido por sus amigos a estudiar medicina. Así que optó por la facultad de odontología.
Sin embargo, su situación se complicó cuando tuvo su primer hijo al tercer año de sus estudios. Tuvo que trabajar turnos nocturnos como enfermero de traumatología, al igual que días festivos y fines de semana, para que su familia pudiera salir adelante.
En 1987, el señor Kolybelkin se recibió con éxito y fue reclutado por un hospital infantil de emergencias. Su tesis abordó las peculiaridades en las operaciones maxilofaciales en niños de temprana edad. A los seis años, el doctor ya era jefe del departamento de cirugía de esta especialidad.
El doctor Kolybelkin señaló que el mayor número de casos que recibe son niños recién nacidos con defectos físicos, tumores y pólipos. Pero el cirujano indica que dónde más ayuda se requiere es en poblaciones de escasos recursos, así que Kolybelkin aprovecha sus vacaciones para servir de voluntario en la organización de caridad, Operation Smile.
En sus viajes, ha visitado comunidades marginales en países como Kenia, Marruecos, Jordania, India, China y en su propio país. Más que un cambio estético, el labio leporino es un defecto que puede costarle la vida a un niño; es por eso que la dedicación del doctor Kolybelkin ha salvado decenas, quizás cientos de vidas, en buena parte del mundo.
